Antes de «Skinamarink», Ball dirigía un canal de YouTube llamado Bitesized Nightmares, en el que los espectadores escribían describiendo sus sueños más aterradores y Ball los adaptaba al cine. En muchas de las cartas, los espectadores describieron la experiencia infantil soñada común de despertarse en su propia casa, pero encontrándola retorcida de alguna manera. Los pasillos ya no conducen a ninguna parte, o hay escaleras que conducen a habitaciones que antes no estaban. Muchos describieron padres ausentes o estar solos cuando eran niños. Ball destiló estas pesadillas de la vida real en lo que podría ser la experiencia de terror más precisa y sin cortes vista desde los días de «Eraserhead» de David Lynch. La película de Lynch de 1977 también fue notoriamente lenta y también parecía tener lugar dentro de una pesadilla. «Eraserhead», sin embargo, tenía escenas de diálogo e incidentes. «Skinamarink» es una experiencia más abstracta. Elimina las construcciones molestas de la trama, el personaje y otras sutilezas inútiles de la escritura de guiones 101. Ofrece, en cambio, miedo sin adulterar.
Se pueden hacer comparaciones con la película de 1999 de Daniel Myrick y Eduardo Sánchez «El proyecto de la bruja de Blair». Esa película fue filmada en gran parte en cinta y siguió a un trío de cineastas a través de los bosques de Maryland. A pesar de los mapas, todavía se perdían y eran acosados por ruidos extraños y encuentros físicos por la noche. ¿Había una bruja en el bosque? El «Proyecto» causó sensación en 1999 y ganó alrededor de $ 250 millones en todo el mundo con un presupuesto de $ 200,000. Después de verlo, muchos tuvieron problemas para dormir.
Ball, al filmar en la casa de su propia infancia, involucrando a pocos actores y editando él mismo, pudo construir «Skinamarink» por solo $ 15,000 (canadienses). En los Estados Unidos, ese es aproximadamente el precio de un Volkswagen Jetta 2014 con 150,000 millas acumuladas.
Después de verlo, tuve problemas para dormir.