Solo un sí es un sí: España endurece su ley de delitos sexuales


Las relaciones sexuales sin consentimiento expreso serán castigadas en el futuro como violación en el país ibérico. El parlamento votó a favor de enmendar la ley para incluir reglas sobre acoso callejero y compensación para las víctimas.

El caso de una violación en grupo en Pamplona ha sacado a las mujeres a la calle en varias ciudades españolas. Cantan «Esto no es abuso, esto es violación». Un “No es No” inicial se convierte en “Sólo Sí es Sí”. Este último ahora está consagrado en la ley.

Juan Medina / Reuters

La primera sesión del Parlamento español tras el largo parón estival fue dura. La agenda de los diputados incluía una votación sobre el endurecimiento de la ley penal sexual, un importante proyecto de la coalición gobernante entre los socialistas y el partido de izquierda Unidad Podemos. El llamado reglamento «Solo sí es sí» fue aprobado por el parlamento en Madrid el jueves por 205 votos contra 141.

La violación ahora se define como “sexo sin consentimiento explícito”. En el futuro, ninguna mujer tendrá que demostrar que hubo violencia o intimidación para que una agresión sexual sea calificada como tal, dijo la ministra para la Igualdad de Oportunidades, Irene Montero, tras la votación.

Los diputados del conservador Partido Popular PP y del populista de derecha Vox votaron en contra del cambio de ley. Argumentaron que el principio de presunción de inocencia se vería comprometido por la regla «Sólo sí es sí».

El caso de una joven desencadena un cambio de cultura

La definición del término “consentimiento” contenida en el texto legal también fue controvertida. Porque ahora, a la hora de valorar un posible delito, ya no es determinante si una víctima de violencia sexual ha resistido, sino si ha consentido en tener relaciones sexuales. Según el texto de la ley, sólo se considera consentimiento el consentimiento libre, voluntario y claro. Asimismo, con arreglo a la nueva ley, también se considera como circunstancia agravante la dispensación de estupefacientes y medicamentos u otros medios que anulen la voluntad de la víctima.

Un caso en julio de 2016 inició la adecuación de la ley penal sexual. Una joven de 18 años fue violada por cinco hombres en Pamplona. Varios juzgados se ocuparon del hecho hasta que el Tribunal Superior de Justicia de Navarra confirmó la condena de los cinco acusados ​​de abuso sexual pero no de violación. El disgusto por esta decisión se extendió por las redes sociales, seguido de protestas callejeras por toda España. La víctima y su familia finalmente llevaron el caso al Tribunal Supremo de España.

Esto contradijo a la audiencia foral de Navarra y dictaminó que el delito de Pamplona no era abuso sexual sino un delito de violación en grupo continuada. La pena para los perpetradores se incrementó de 9 a 15 años. Los jueces siguieron así el reclamo no solo de los fiscales, sino también del movimiento de mujeres, de abogados e incluso de varios representantes de partidos políticos.

La igualdad es una preocupación central de la coalición de izquierda

Los políticos también reaccionaron. Incluso antes del veredicto final, el presidente del Gobierno socialista, Pedro Sánchez, había anunciado cuando asumió el cargo en 2018 que endurecería la ley penal sexual.

La ley que ahora se ha aprobado es el resultado. Además de la nueva normativa sobre violación, también contiene normas más estrictas para el acoso en la calle y en Internet, amplía la educación sexual en las escuelas y mejora la protección y la indemnización de las víctimas de violencia sexual. El gobierno quiere establecer al menos un centro de crisis en cada provincia española donde las mujeres puedan recibir ayuda médica y psicológica inmediata durante todo el día. Se pondrán a disposición 66 millones de francos para establecer al menos 50 centros de este tipo para 2023.

Mientras tanto, el Partido de la Izquierda en particular, que forma parte del gobierno como socio menor, planea otros cambios legislativos para la igualdad de las mujeres y las minorías. La ministra de Igualdad de Oportunidades, Irene Montero, quiere consagrar por ley que las mujeres en España con problemas menstruales puedan ausentarse del trabajo hasta cinco días con el salario completo. Además, una ley transgénero debería consagrar la libre elección de sexo y la terapia hormonal para menores. Ambos proyectos legislativos también son controvertidos en la coalición gobernante y aún no han sido aprobados definitivamente por el Parlamento.



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