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Después de 12 años de arresto domiciliario o detención mientras luchaba contra la extradición a Estados Unidos, es posible que Julian Assange nunca ponga un pie dentro de una prisión estadounidense, o de Estados Unidos en absoluto. El Wall Street Journal informó el miércoles que el fundador de WikiLeaks está en conversaciones con el Departamento de Justicia sobre un acuerdo que le permitiría declararse culpable de un delito menor y posiblemente ser liberado de la cárcel en el Reino Unido.
Según se informa, los abogados de Assange están negociando un cargo menor por mal manejo de documentos clasificados, un delito menor que podría permitirle presentar su declaración de forma remota. Si el acuerdo se concreta, sería un importante paso atrás respecto de los 18 cargos por delitos graves que enfrenta por violar la Ley de Espionaje después de que publicó secretos de seguridad nacional filtrados por Chelsea Manning a principios de la década de 2010. Hay más buenas noticias para el controvertido disidente y sus famosos amigos: el tiempo que ya cumplió probablemente se utilizará para su sentencia negociada, lo que significa que Assange podría salir de detención poco después de firmar la declaración. Los fiscales federales han declarado anteriormente que Assange se habría enfrentado a entre cuatro y seis años de prisión.
Desde 2019, Assange se encuentra recluido en una cárcel inglesa después de que las fuerzas británicas allanaran la embajada de Ecuador en Londres; había estado refugiado allí durante los siete años anteriores, por temor a ser extraditado a Suecia por cargos de agresión sexual no relacionados. Esos cargos fueron retirados en 2019, el mismo año en que la administración Trump reveló accidentalmente que estaba presentando cargos en su contra. (Según se informa, Mike Pompeo y algunos funcionarios de la CIA querían ir mucho más lejos).
Un posible acuerdo con Assange llega cuando el esfuerzo de años para extraditarlo ha llegado a un punto crítico. El mes pasado, hizo un último llamamiento para bloquear la extradición a Estados Unidos, citando su mala salud y la preocupación de que se suicidaría en una prisión estadounidense. Dentro del próximo mes, un panel de jueces británicos determinará si a Assange se le permite continuar con su apelación o si será extraditado, lo que ocurriría dentro de los 28 días posteriores a esa decisión. Si es extraditado a Estados Unidos, Estados Unidos ha prometido a Australia (un aliado cercano y país de origen de Assange) que podría cumplir su sentencia en Australia, donde los expertos creen que sería liberado de inmediato.