Todos los usuarios de PC aprecian un SSD. Son rápidos, beben energía, son diminutos y no hacen ningún ruido. Sin embargo, el robusto disco duro mecánico no irá a ninguna parte, al menos durante los próximos años, gracias a su densidad y ventaja de $/GB. Resulta que esas no son las únicas ventajas que tiene el HDD. Ese disco duro también puede tener una huella de carbono más baja durante su vida útil.
Según un estudio (se abre en una pestaña nueva) realizado por la Universidad de Wisconsin-Madison y la Universidad de Columbia Británica (a través de Tom’s Hardware (se abre en una pestaña nueva)), la fabricación de SSD es un proceso bastante intensivo. El costo de la memoria flash NAND, los chips del controlador y todos los componentes avanzados es alto, al igual que los requisitos de energía para producirlos.
Esto se debe a que muchas de las piezas son muy avanzadas; no se trata solo de la fabricación de las unidades en sí, sino de todos los equipos, materias primas y productos químicos subyacentes.
De hecho, los SSD son tan intensivos en carbono que, según se informa, tienen, con mucho, la mayor huella de carbono de cualquier otro componente de PC, ya que representan el 38 % de una PC típica, seguidos por la placa base con un 17 % y la CPU con solo un 4 %. Cosas esclarecedoras.
Los investigadores intentaron además medir la huella de carbono de los SSD y los HDD de uso general. Llegaron a la conclusión de que un HDD de 1 TB emite 99 kg de CO2 durante cinco años y 199 kg durante 10. Esto se compara con un SSD de 1 TB con 184 kg y 369 kg respectivamente. Sin embargo, es difícil decir cómo la SSD pierde la batalla, ya que su consumo de energía inactiva será mucho menor y la duración de la energía de ráfaga también sería mucho más corta. Sin embargo, es probable que la resistencia y el costo de reemplazo cuenten contra el SSD. Las pruebas controladas sin duda serían beneficiosas.
Entonces, si bien tiene sentido que los SSD tengan una huella de carbono alta dada su naturaleza avanzada, el impacto general de las partes que componen nuestras PC necesita más investigación. A toda la industria le vendría bien tener en cuenta la eficiencia energética, desde la fabricación hasta la vida útil del producto. Las tecnologías y los métodos de producción limpios y ecológicos no solo son deseables desde un punto de vista medioambiental, sino que también pueden ser un componente importante de la comercialización de un producto.
Los SSD no van a ninguna parte. En todo caso, seguirán quitando la cuota de mercado de los discos duros. Personalmente, ni siquiera he considerado los impactos ambientales de un SSD frente a un HDD. Por lo menos, el estudio señala la necesidad de seguir impulsando el desarrollo de tecnologías de energía renovable. Reducir las emisiones de carbono es algo que todos deberíamos estar detrás.