Julien Moreau con AFP
Un terremoto de magnitud 7,8 sacudió el sureste de Turquía y el vecino norte de Siria el lunes. El número de víctimas crece día a día y ya supera el umbral de los 17.500 muertos. Los desastres se acumulan en Siria, el pueblo de Tloul, en el noroeste, se vio inundado tras el colapso de una presa.
La mayoría de los habitantes del pueblo de Tloul, en el noroeste de la Siria, golpeada por un terremoto de 7,8 grados, abandonó este jueves su aldea inundada después de que una presa de tierra se derrumbara tras el sismo que sacudió la región, corresponsal de la AFP. En este pueblo ubicado en el norte de la provincia de Idlib, cerca de la frontera turca, el agua cubrió parcialmente las casas y los troncos de los árboles frutales, mientras que los campos de trigo y frijol quedaron totalmente sumergidos.
Una situación dramática
Las calles del pueblo también se inundaron, debido al derrumbe del dique de tierra ubicado en un afluente del Orontes, a lo largo del pueblo. Decenas de familias abandonan el pueblo para buscar refugio, en su mayoría, en una localidad vecina. «Nuestra situación es dramática. Miren el agua que nos rodea», dijo Louan Hussein Hamadé, uno de los pocos residentes que permaneció en el pueblo. “La presa de tierra colapsó producto del sismo”, agregó. «Todos se fueron excepto algunos jóvenes».
El terremoto que devastó regiones sirias y turco el lunes, mató a más de 17.500 personas, incluidas más de 3.200 en Siria, según un informe provisional. Continúa la búsqueda de supervivientes bajo los escombros en Siria y la vecina Turquíapero sus posibilidades de supervivencia disminuyen hora tras hora.