«The Fabelmans», el emotivo discurso de Steven Spielberg a sus padres


Un puñado de afortunados, lo suficientemente inteligentes como para haber reservado un lugar tan pronto como se anunció su proyección hace una semana y llenaron la sala en unos minutos, por lo tanto, se encontraron «maltratados» por Thierry Frémaux en el Pathé Bellecour en Lyon, el martes. 18 de octubre por la noche, para descubrir la nueva película de Steven Spielberg, Los Fabelman, como parte de un Festival Lumière a velocidad de crucero. Presentada por primera vez en el Festival Internacional de Cine de Toronto el 10 de septiembre, de donde partió con el Premio del Público, la película se proyecta por primera vez en Francia, antes de un estreno nacional previsto para el 25 de enero de 2023.

Es decir que tan poca gente lo ha visto, y si los rumores favorables que lo anunciaban exigían ser verificados en el acto. Al menos estábamos seguros de que la película giraría en torno a la infancia de Spielberg y que, como tal, representaba un desafío para su autor. En primer lugar porque el cineasta, cuya obra está íntimamente ligada a la infancia, especialmente a través de esta película canónica que es Y el extraterrestre (1982), confronta, con Los Fabelman, por primera vez explícitamente a su propia infancia. Olvídate de la ciencia ficción. alienígena loco. Otro par de mangas. La segunda razón es que Spielberg en realidad esperó veinte años antes de llevar a cabo este proyecto, paralizado ante la idea de que sus padres pudieran verlo.

Este contexto solo dice los temas sensibles de esta película. Extraemos a priori admiración por el delicado gesto que consiste en haber esperado tanto tiempo, al mismo tiempo que por la necesidad espiritual que empuja a un cineasta de 75 años a evocar con tanta intensidad, y con tanta sutileza, la figura de sus padres. Admirando, se puede ser tan a posteriori, tan conmovedora es la película, tanto trata de la crueldad de la vida, tanto consiste también -por su filiación bergmaniana- en esta especie de gran espectáculo íntimo y romántico cuya escasez en las pantallas es desgarrador.

fantasmas del viejo mundo

Así que aquí está, para revelar nada más, la historia de un joven judío estadounidense y un cineasta en ciernes durante la década de 1960, que pone mucha gracia y seriedad en correlacionar la historia de una pareja que se deshace con la de un chico que esta derrota se acabará construyendo. En esta película, Spielberg no pinta tanto su autorretrato como se dirige, en la época abolida o redescubierta del cine, directamente a sus padres, para abrazarlos filialmente en el sufrimiento impotente de su separación, y expresarles al mismo tiempo el precio que le habrá costado. La de su propia infancia, que reinventará constantemente en sus películas. Destacan Michelle Williams como la madre, Paul Dano como el padre, Seth Rogen como el mejor amigo del padre, el joven actor canadiense Gabriel LaBelle como Sammy Fabelman, e incluso David Lynch en una aparición sorpresa.

Te queda el 31,01% de este artículo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.



Source link-5