Retomamos 20 años después, en el lejano pasado de 2022, con un niño que llega a las puertas de la zona de cuarentena de Boston. Después de que se hace una prueba, el oficial a cargo le da helado como regalo; luego cortamos a una imagen muy llamativa pero efectiva de una pila de cadáveres infectados que se queman.
Aquí nos reencontramos con Joel, ahora un hombre mayor con cabello más gris y menos alma. También conocemos a la pareja de Joel, Tess (Anna Torv), y a una joven llamada Ellie (Bella Ramsey) que está cautiva por un grupo llamado Fireflies. La segunda mitad del episodio se trata de proporcionar una exposición de la versión única del apocalipsis zombi de «The Last of Us», así como de provocar la historia por venir.
Afortunadamente, el episodio nunca se detiene para explicar nada. ¿Cómo comenzó la infección? Quién sabe. ¿Quiénes son las luciérnagas? Nadie nos lo dice abiertamente. Y, sin embargo, Craig Mazin, quien también coescribió el episodio con el creador del juego Neil Druckmann, nos dice todo lo que necesitamos saber a través de señales visuales en segundo plano y pequeñas pistas en conversaciones informales.
Cuando Ellie llama terrorista a su captor (un miembro de las luciérnagas), instantáneamente sabemos de qué tipo de grupo se trata, basándonos en el grafiti con el logotipo de una luciérnaga que se ve en el fondo a lo largo del episodio, y el opresivo estado militar en el que viven los personajes. El programa sabe y asume que has visto al menos una película de zombis antes y sabes cómo funcionan las cosas, así que en lugar de explicar los aspectos generales de la vida después de un apocalipsis zombi, el programa se centra en lo que hace que esto sea diferente, en los carteles que muestran los signos de infección, en burlarse de la agencia gubernamental a cargo y lo opresores que son.