Una importante organización de noticias holandesa ha estado investigando los detalles sobre la «malversación de fondos no autorizada», sobre la cual ASML informó a los accionistas el año pasado. Según las investigaciones de la NRC, el incidente podría describirse con mayor precisión como el robo de secretos comerciales y su transmisión a la empresa china Huawei.
La línea de tiempo, según el informe fuente, es más o menos así:
- Un ciudadano chino trabaja en ASML y adquiere conocimiento de algunos de los secretos comerciales de la empresa holandesa.
- Un empleado chino dejará ASML en 2022,
- Este ex empleado de ASML comienza a trabajar en Huawei,
- Secretos de la empresa ASML compartidos con Huawei.
En su informe anual de 2022, ASML mencionó que había sido víctima de «malversación de fondos no autorizada». Si el informe de la NRC es correcto, ese es el eufemismo de ASML para referirse a ser víctima de robos de secretos comerciales.
En 2023, el director ejecutivo de ASML, Peter Wennink, dijo a los inversores que la información robada era bastante limitada. Wennick describió el robo de propiedad intelectual como “una pieza de un rompecabezas para la que no tienes la caja”. No se compartieron detalles sobre la conexión de Huawei, que ha sido descubierta por la NRC y sus múltiples fuentes. ASML insiste en que su seguridad interna es ahora mucho más estricta, lo que implica que no podría repetirse el robo de propiedad intelectual actual.
En febrero, Bloomberg informó que un ex empleado de ASML robó información de herramientas de fabricación de chips y la llevó a China. Sin embargo, ese informe no señaló a Huawei como el beneficiario de los datos robados.
Anteriormente hemos informado sobre las tácticas que Huawei está empleando para prosperar frente a las sanciones lideradas por Estados Unidos a China. Recientemente observamos que Huawei todavía operaba y contrataba en Rusia. Además, la empresa está tratando de aprovechar el talento taiwanés y está haciendo todo lo posible para apoyar las ambiciones de IA de China.
Tales acciones parecen haber ayudado a Huawei a mantenerse con vida e incluso prosperar, como lo demuestra su nuevo SoC HiSilicon Kirin 9000s, que viola las sanciones, y su progreso en el desarrollo y adquisición de equipos de fabricación de chips.
Es difícil saber si las sanciones tecnológicas de Estados Unidos son la mejor política contra una China cada vez más beligerante. Por un lado, las sanciones deberían ayudar a restringir la tecnología de punta que podría usarse para desarrollar o integrarse en sistemas de armas. Por otro lado, China podría verse impulsada a desarrollar (o robar) tecnología local, que algún día podría rivalizar con lo mejor de Estados Unidos y sus aliados.