Las sensibilidades cambian, por supuesto. Lo que una generación encuentra aceptable y divertido, la siguiente podría rechazarlo por ser mezquino o asqueroso. De vez en cuando sucede lo contrario, pero en general, el humor tiende a alejarse de burlarse de los grupos marginados a lo largo del largo curso de la historia. En 2015, Donner le recordó a Uproxx la escena de Truffle Shuffle sin cariño, tal vez habiéndose vuelto más sensible y articulado sobre el asunto. Él dijo:
«No había ninguna dirección. […] No me atribuyo ningún mérito por eso, fue solo Jeff. Tuvo que pararse sobre ese muñón y ser ridiculizado por sus amigos para poder entrar a la casa, y lo hizo lo mejor que ese personaje pudo. Gran parte del humor surge del dolor. Aunque, estoy seguro de que era demasiado joven para ser analítico al respecto, pero estoy seguro de que eso era parte de sus instintos. Fue una escena dolorosa».
También en 2015, Jeff Cohen habló con el Daily Mail y recordó lo desalentador que fue permanecer en Hollywood como actor infantil. Señaló que tal vez había tres actores de «niños gordos» que obtuvieron todos los papeles principales en las películas de estudio, y los veía todo el tiempo en las audiciones. A medida que crecía, las oportunidades de Cohen se hicieron cada vez más escasas hasta que el trabajo se agotó por completo. Dijo que no dejó de actuar, pero que el sistema se rindió con él.
Cohen, como muchos sabrán, pasó su adolescencia perdiendo el peso por el que se burlaban cuando era niño, en gran parte gracias al cuidado paternal de Richard Donner. Donner admitió que Truffle Shuffle reveló mucho sobre lo que Cohen pensaba de sí mismo.
Donner quería ayudar a Cohen después de «Los Goonies» y lo contrató como asistente personal.