El porcentaje de trabajadores estadounidenses representados por un sindicato ha caído durante décadas, al 10 por ciento el año pasado. Pero los sindicatos han obtenido recientemente victorias en tecnología, atrayendo a los empleados minoristas de Apple, los trabajadores de almacén en Amazon, los probadores de videojuegos en Microsoft y los codificadores en las oficinas corporativas en lugares como Google. Grupos de trabajadores desencantados con el manejo de temas delicados por parte de las empresas tecnológicas, que incluyen el acoso sexual y los contratos militares, han impulsado la organización en los últimos años.
Las empresas tecnológicas han recurrido a los libros de jugadas típicos de las industrias tradicionalmente sindicalizadas para contraatacar. Una oficina regional de la Junta Nacional de Relaciones Laborales dijo en diciembre que está investigando un caso por acusaciones de que Apple interfirió injustamente con la sindicalización en una tienda de Atlanta a través de reuniones de audiencia cautiva, interrogatorios de empleados y otras tácticas coercitivas. Una audiencia está programada para abril. Los empleados finalmente retiraron los planes para votar en Atlanta el año pasado.
La NLRB había dicho en el pasado que las discusiones dirigidas por los empleadores sobre los inconvenientes de los sindicatos no violan los derechos de los trabajadores a elegir qué escuchar. Pero la junta cambió recientemente su punto de vista luego de una ola de nombramientos por parte de la administración Biden, incluida la asesora general Jennifer Abruzzo, la principal burócrata de la agencia, quien escribió un memorando en abril pasado en el que calificó de ilegales las sesiones cautivas.
La Ley PRO es un intento de convertir en ley más políticas favorables a los sindicatos para evitar que una futura administración o la NLRB revoquen los fallos de la era Biden. Más allá de abordar las reuniones de audiencia cautiva, la legislación establecería un nuevo estándar para definir a los contratistas independientes, lo que podría afectar a muchas empresas tecnológicas; exigir que todos los miembros del sindicato paguen cuotas; y permitir nuevas formas de huelga. También responsabilizaría a los ejecutivos por las violaciones de los derechos de los trabajadores y permitiría que los trabajadores demanden a los empleadores si la NLRB no procesa su caso. Otras disposiciones tienen como objetivo general limitar el poder de los empleadores para influir en el resultado de la organización.
Civick dice que antes de considerar sindicalizarse, ella y sus colegas expresaron repetidamente sus preocupaciones a los gerentes, pero obtuvieron pocos cambios. Sus solicitudes incluyeron mayores aumentos salariales para los empleados con más antigüedad y aumentos salariales para los trabajadores cuyas habilidades multilingües resultan valiosas para los clientes.
Lo más urgente fue que le pidieron a Apple que eliminara la trastienda de su tienda, donde se realizan las reparaciones, se realizan las pausas para el almuerzo y se almacena el inventario, de su terrible hedor. El área se ha inundado con aguas residuales varias veces a lo largo de los años, dice Civick, y ella personalmente ha ayudado a limpiar el desorden un par de veces. El operador del centro comercial Simon Property Group no respondió a una solicitud de comentarios.
La tienda de la ciudad de Oklahoma fue la segunda ubicación de Apple en sindicalizarse, después de una en Towson, Maryland, representada por el sindicato de la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales. Varias otras tiendas, incluso en Des Moines, Iowa y la ciudad de Nueva York, han discutido la sindicalización, según el grupo laboral Communications Workers of America que ayuda a los trabajadores en esas áreas. El impulso, “honestamente, recién comienza”, dice Civick. (Divulgación: WIRED Union, de la cual soy miembro, es una unidad de NewsGuild of New York, cuya organización matriz es CWA).
La Ley PRO exige la mediación y el arbitraje para ayudar a resolver las disputas contractuales, pero es posible que no resuelva todos los problemas de Civick y otros trabajadores. El sindicato de la ciudad de Oklahoma todavía está esperando que Apple programe sesiones de negociación para negociar su primer contrato. Las empresas a veces esperan que el estancamiento debilite el apoyo a un sindicato recién formado o provoque su disolución total. Civick dice que eso no sucederá en su tienda. “Todavía estamos completamente sobrecargados de trabajo y sin suficiente personal, y no ha habido mucho movimiento por parte de Apple para mejorar ninguna de esas condiciones”.