Una clave Guardianes de la galaxia vol. 3 La escena arroja toda la trilogía a una zona gris moral profundamente extraña


Para muchos, la respuesta a esta pregunta es bastante sencilla: sí, deberían hacerlo. Marvel Cinematic Universe es un universo de superhéroes, y en los universos de superhéroes, hay un sentido claro del bien y del mal. Hay héroes que son buenos y villanos que son malos. Si un villano mata a alguien, es un acto de maldad porque los villanos hacen cosas malas. Si un héroe mata a alguien, es un acto de justicia, porque los héroes hacen cosas buenas. Cuando se trata de violencia en un mundo de superhéroes, todo está permitido, siempre y cuando uno haya sido claramente definido como héroe.

Cuando Thanos y su ejército matan héroes en el campo de batalla, es un horror. Cuando Iron Man usa las Gemas del Infinito para acabar con miles de soldados en el mismo campo de batalla, es un triunfo. Y es un triunfo porque Iron Man es un «buen tipo». No importa que miles de personas ahora estén muertas por sus acciones directas. Tampoco importa que Iron Man podría haber deseado cualquier cosa con los Infinity Stones, y eligió activamente usarlos como un instrumento de muerte.

Los Guardianes de la Galaxia son, por supuesto, los «sabios» frívolos de la MCU, por lo que su cómico desprecio por la vida consciente fue inicialmente parte de la mordaza. Rocket Raccoon robaba regularmente las prótesis de personas discapacitadas y se reía de su desgracia. Los Guardianes no eran necesariamente ciudadanos buenos y honrados, sino sinvergüenzas e idiotas obligados a tomar buenas decisiones por las circunstancias. Sin embargo, en el transcurso de sus múltiples apariciones en películas, los Guardianes se suavizaron, volviéndose más comprensivos con las dificultades de los demás. Eran forasteros que, resentidos por ser rechazados por la sociedad, se acurrucaban juntos para calentarse en su extraña y cáustica familia.

Uno podría pensar que esto infundiría en ellos una aversión a matar. No hay tal suerte.



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