Gracias a la magia del cine, uno ve a dos Jedis en una persecución a alta velocidad mientras rascacielos increíblemente altos pasan a su lado. En realidad, los actores estaban en un escenario estacionario en un emocionante viaje decididamente no estacionario. McGregor lo describió así:
«Al principio hay una secuencia de persecución en speeder, que tengo muchas ganas de ver. […] Pero para hacerlo, estábamos en un deslizador que se balanceaba y, de hecho, te hacía sentir mal después de un rato. Era como ir a una atracción de feria una y otra vez, donde no te permiten ir a comer un hot dog, sólo tienes que seguir haciéndolo. La secuencia de persecución real será algo digno de contemplar, ¡pero fue simplemente una experiencia repugnante!»
McGregor, por lo que admitió, en realidad no vomitó. Su trabajo también claramente implicaba ser suspendido, ya que durante la persecución del speeder, Obi-Wan se cayó del auto y comenzó a caer en picado a la superficie del planeta. Sin embargo, como los edificios son tan altos, cae durante bastante tiempo, lo que permite a su compatriota volar hacia abajo a máxima velocidad, nivelar el coche y atraparlo en pleno vuelo. Obi-Wan no se sorprendió por esto y se limitó a decir «¿Por qué tardaste tanto?»
McGregor quedó asombrado dos veces. Una vez, cuando se sentía mareado el día de la filmación, y otra vez cuando finalmente vio la secuencia completa con sus efectos digitales agregados. se ve bastante diferente a su día frente a una pantalla azul. McGregor dijo:
«Cuando ves la película terminada, es bastante impresionante. […] Es extraño, es como mirar a otra persona, porque la parte que hiciste estaba rodeada de azul, y luego ves todo esto a tu alrededor. Es extraño».
Las pantallas azules nunca más se volvieron a utilizar en «Star Wars».