No calentar su casa a pesar del frío o saltarse una comida cuando tiene hambre: uno de cada cuatro franceses dice estar en una situación precaria, según un barómetro de Secours populaire publicado el viernes 4 de noviembre.
Según este estudio realizado por el instituto Ipsos entre 6.000 personas de seis países (Alemania, Francia, Grecia, Italia, Polonia y Reino Unido), según el método de las cuotas, el 62% de los europeos ya han restringido sus movimientos y el 47% ya han dejado de calentar su casa a pesar del frío debido a un “situación financiera difícil”.
También le sucedió al 34% de estas personas que abandonaron el tratamiento cuando tenían un problema de salud y al 29% de ellas que se saltearon una comida cuando tenían hambre. En total, el 27% de los encuestados dijo estar en una situación precaria. En detalle, el 51 % de los griegos se considera debilitado, frente al 24 % de los franceses y el 18 % de los alemanes.
futuro dificil
“Con la subida de los precios, la crisis energética y las consecuencias de la guerra en Ucrania, las condiciones de vida de muchos europeos se han deteriorado en 2022”, subraya el Secours populaire, que apoyó a casi 3,5 millones de personas en dificultades el año pasado en Francia. Más de uno de cada dos europeos (54%) siente así la reducción de su poder adquisitivo y la subida de precios – los franceses son el 63%.
“Una situación tanto más difícil cuanto que sigue a dos años en los que el nivel de vida había estado marcado por el impacto de la crisis sanitaria”, añade la asociación. Dos de cada tres europeos dicen que ya no saben a qué gastos comprometerse (64 %): los griegos son el 88 %; los polacos, 62%.
Los encuestados no son optimistas sobre su futuro. Según el estudio, más de uno de cada dos europeos teme caer en la precariedad (55 %); la ansiedad está menos presente para los franceses, pero sigue siendo muy elevada (42 %).
Familias especialmente afectadas
A las familias les afecta sobre todo la precariedad y la subida de precios: casi uno de cada dos padres ya ha renunciado a llevar a su hijo de vacaciones o a apuntarse a alguna actividad extraescolar, y un 33% dice que no siempre es capaz de darle una alimentación variada a su hijo .
Finalmente, el 76% de los padres europeos se han privado de ocio (75% en Francia) y el 48% de comida (42% en Francia) por “proporcionar buenas condiciones de vida” a sus hijos, dice la encuesta.