Piedras preciosas, ropa, esculturas… Objetos de todo tipo, en ocasiones de la Edad Media, están aprisionados en la nieve y el hielo. El calentamiento global está acelerando el derretimiento de los glaciares franceses, lo que ayuda a revelar tesoros antiguos en perfectas condiciones. Un equipo de TF1 20H se desplazó a los Alpes, al glaciar de Bossons (Alta Saboya) para conocer más sobre este fenómeno.
Se cita a 1.720 metros de altitud con Luc Moreau, glaciólogo de Chamonix. «El 11 de agosto estábamos bajo la superficie del hielo. Ahí tenemos 2 metros de deshielo», se alarma, señal del progresivo calentamiento global en los Alpes. El glaciar de Bossons ha perdido casi 10 metros de espesor desde finales de mayo. Consecuencia: reaparecen multitud de recuerdos del pasado, como el cadáver de un tren de aterrizaje, atrapado en el hielo desde 1966. Estos restos del avión de Air India, que debía conectar Bombay con Londres hace más de 50 años, ahora están dispersos aquí y allí, a plena luz.