Vinos espumosos, trucha ahumada… los franceses prefirieron estos productos alternativos para Navidad


Una vez finalizadas las celebraciones de fin de año, es hora de hacer balance. A finales de 2023, menos de champán y el salmón se vendió en los supermercados, en beneficio de los vinos espumosos y la trucha, según informó el miércoles el especialista NielsenIQ. “Alternativas más accesibles” para compensar la subida de precios durante las vacaciones. «El descenso del mercado es una realidad incluso en Navidad», explica NielsenIQ en su informe de ventas de finales de 2023.

Las ventas de champán bajan un 14%

El especialista en el estudio de las ventas en grandes y medianas superficies constató un descenso de más del 14% en las ventas de champán del 30 de octubre al 31 de diciembre de 2023 respecto al año anterior. Sin embargo, estas son ventas en volumen, no en valor. Esto significa que se vendieron menos botellas de champán que en 2022, no que la facturación haya caído necesariamente ni que los franceses hayan gastado menos en champán en general.

En general, NielsenIQ indica que la facturación en la categoría de productos festivos (armagnac, caracoles, champán, foie gras, vino espumoso, pescado ahumado, etc.) aumentó un 4,7% con respecto a 2022.

Menos salmón, más trucha ahumada

Las ventas de salmón ahumado en volumen cayeron un 6,7% mientras que las de trucha ahumada, generalmente menos costosa, aumentaron un 11%. Asimismo, el volumen de botellas de vino espumoso, una alternativa más económica al champán, vendidas en los supermercados, aumentó un 4,6%.

inflación se ha calmado un poco en Francia en 2023, alcanzando el 4,9% de media anual, habiendo contrarrestado la desaceleración de los precios de la energía la aceleración de los alimentos, indicó el viernes el Instituto Nacional de Estadística. En dos años, los precios de los alimentos han aumentado más del 20%.

Una Francia cortada en dos

NielsenIQ también ha trazado una línea entre «por un lado, los franceses que todavía pueden consumir según sus hábitos y, por el otro, aquellos que están obligados a hacer concesiones».

“Los hogares más pequeños, mayores y ricos siguieron aumentando sus compras de productos festivos, mientras que, al mismo tiempo, los hogares más grandes, jóvenes y modestos las redujeron significativamente”, señala NielsenIQ. Esta distinción es también geográfica: la entidad observa que “el consumo de productos festivos es más resiliente en el oeste del país” pero “se reduce notablemente en el este y en los alrededores de las grandes ciudades”.



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