William Shatner lamenta su mayor fracaso en Star Trek


Al hacer «Star Trek IV: The Voyage Home», Shatner tuvo una disputa salarial con Paramount y aceptó aparecer en «Voyage» sólo bajo la condición de que se le permitiera dirigir su secuela. Shatner también tenía una cláusula en su contrato (que se remonta a la década de 1960) con Leonard Nimoy, que establecía que él y su coprotagonista recibirían aumentos y oportunidades laborales al mismo tiempo. Nimoy dirigió «Voyage» así como «Star Trek III: The Search for Spock», lo que le permitió a Shatner abrirse camino hasta la silla del director. También, como parte del trato, se le permitió escribir un tratamiento.

Mientras hacía «Voyage», Shatner escribió dicho tratamiento, ideando una historia sobre cómo el Enterprise fue secuestrado, esencialmente, por un televangelista. La idea era que el personaje televangelista tomaría el Enterprise para encontrarse con Dios en el centro de la galaxia, pero en su lugar encontraría a Satanás viviendo allí (lo que habría sido una continuidad con un episodio de «Star Trek: La serie animada»). Fue el productor Harve Bennett quien insistió en que se reelaborara la idea.

Shatner podría haber retrocedido, pero no lo hizo gracias a su inexperiencia como director. Él dijo:

«Me hubiera gustado haber tenido el respaldo y el coraje para hacer las cosas que sentía que necesitaba hacer. Mi concepto era: ‘Star Trek va en busca de Dios’, y la gerencia dijo: ‘Bueno, ¿quién es Dios? Alienaremos a los no creyentes, así que no, no podemos hacer a Dios.’ Y entonces alguien dijo: ‘¿Qué pasa con un extraterrestre que se cree Dios?’ Luego fue una serie de mis incapacidades para afrontar la gestión y el presupuesto. Fallé. En mi opinión, fracasé terriblemente».

Fue, al parecer, una falta de mando, no de ambición.



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