WTA Masters: Caroline García logra la hazaña y se clasifica a la final


Impulsado por un deseo y un impulso irresistible, imperial en la cancha, carolina garcia se ofreció una primera final de la Maestros de la WTA por su segunda participación, superando por 6-3, 6-2 a la griega Maria Sakkari, el domingo en Fort Worth (Texas).

La Lyonnaise, de 29 años, número 6 del mundo, ya lo está haciendo mejor que en 2017, cuando fracasó en las semifinales del prestigioso evento, luego derrotada por la estadounidense Venus Williams.

La victoria final, único objetivo

Y está claro que ha encontrado los recursos mentales para perseguir su sueño: convertirse en la segunda francesa en sumar su nombre a la lista, después de Amélie Mauresmo, que se coronó a costa de Mary Pierce en 2005, durante una final al 100%. tricolor de otro tiempo.

Después de un comienzo sólido contra Coco Gauff en su primer partido de grupo, García, aunque a veces jugaba muy buen tenis, luego cayó contra la número 1 del mundo, Iga Swiatek. También podría encontrar en la final a la polaca, ganadora de ocho títulos cosechados en 2022, incluidos Roland-Garros y el US Open, que primero tendrá que deshacerse de la bielorrusa Aryna Sabalenka, número 7 del mundo, por la noche.

Partido más exitoso

Ante Sakkari, número 5 del mundo, ante quien tenía una ligera ventaja psicológica por haberla derrotado en sus dos enfrentamientos anteriores, García protagonizó su partido más exitoso del torneo.

Apostando más que nunca por su agresividad, constantemente ponía a su oponente en la retaguardia y muchas veces en falta. La única vez que pecó la francesa fue para confirmar su primer quiebre en el primer set. Por lo demás, era un jinete solitario.

A pesar de una lucha de 2h27 tan exigente física como mentalmente el día anterior para vencer a Kasatkina, «Caro» no mostró signos de fatiga.

Soñar con el titulo

Para «Caro», estar en la final del Masters es una enorme satisfacción tras seis difíciles últimas semanas, víctima de un fenómeno de descompensación tras un verano extravagante, que la había visto conquistar tres títulos (Bad Homburg, Varsovia, Cincinnati), antes para llegar a las semifinales del US Open.

Un renacimiento, tras más de cuatro años sin brillar, entre crisis de confianza, tenis en apuros y recurrentes preocupaciones físicas, que este año consiguió superar, de manera espectacular, gracias al trabajo realizado con Bertrand Perret, dominando en ella éxito y su ascenso del puesto 75 al 6 en el mundo.

En el corazón de un rodeo de fuertes emociones en Texas, puede, a costa de un último esfuerzo, terminar su vuelo en un pedazo de paraíso.



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