En Vaucluse, Solène Espitalié fundó una empresa social y solidaria llamada “Les Jardins de Solène”. ¿Su objetivo? Luchar contra el desperdicio alimentario reciclando frutas y verduras en origen. De hecho, los fabricantes no compran una gran cantidad de estos productos porque los consideran demasiado grandes, demasiado pequeños o mal formados. ¡En todo el mundo, cada segundo se tiran 41 toneladas de alimentos! Solène Espitalié asume entonces el reto de recuperar y cortar estos productos frescos, locales y de temporada para ofrecerlos a la restauración colectiva. Para ayudarla, está rodeada de “sus héroes cotidianos”: diez empleados, ocho de los cuales tienen discapacidades, siendo la integración solidaria una de las prioridades de “Jardins de Solène”. Gracias a la empresa, en 2022 se pudieron reciclar 75 toneladas de frutas y verduras. Un resultado importante, a su escala, que Solène Espitalié pretende seguir desarrollando. Pero para llevar a cabo su proyecto, Solène Espitalié tuvo que afrontar prejuicios y dificultades. Para desarrollar un negocio como éste había que armarse de energía y paciencia. Para ella, ser una emprendedora solidaria significa ser “hiperpragmática”. En este episodio del podcast “Impacts Solidaires” presentado por la periodista Elisabeth Assayag, Solène Espitalié cuenta el nacimiento de su proyecto, sus acciones, sus consejos y sus dificultades.
Este podcast es una producción de Europe 1 Studio en colaboración con France Active y con el apoyo de la Fundación Mirova.