Mientras Emmanuel Macron llamó el lunes a los franceses a estar «en la cita de la sobriedad», la ministra para la Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher, aclaró en La Matinale de CNEWS que las declaraciones del presidente no iban dirigidas a los hogares en situación precaria. .
Emmanuel Macron instó el lunes a los franceses a «estar en la cita de la sobriedad» para evitar el racionamiento de gas y electricidad este invierno, invocando la solidaridad entre los países europeos en esta lucha. Para ello, el Jefe de Estado puede contar con su Ministro de Transición Energética.
Invitada este martes en La Matinale, Agnès Pannier-Runacher afirmó muy claramente el objetivo que se le había fijado: hacer que “todos los franceses estén a 19 °C”.
“La clave es la movilización general”, dijo el pasado viernes, pocas horas después de la finalización del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad en Energía, donde también anunció que las reservas de gas de Francia “están llenas al 92%”.
Sin embargo, la ministra aún quiso matizar estas declaraciones ante el micrófono de Laurence Ferrari, recordando que estas medidas no conciernen a todos: “los 12 millones de personas en situación precaria, por construcción, practican la sobriedad, no eligen”. Y así, a la inversa, para “los que hoy están a 15°C, quiero que estén a 19°C”.
Empresas en primera línea
Pero, en un contexto energético complicado, en gran parte debido a la invasión rusa de Ucrania, el racionamiento no parece estar en la agenda por el momento.
Dicho esto, la jefa de Gobierno, Elisabeth Borne, incluso quiso advertir durante un discurso ante el Medef: “si llegáramos al racionamiento, las empresas serían las primeras afectadas”.
Por ello, el lunes invitó a las empresas a establecer en septiembre “planes de sobriedad” energética, consistentes en reducir un 10% el consumo en dos años, para evitar que el Gobierno imponga “reducciones de consumo”.
Y «si cada uno no pone de su parte, o si se juntan todas las hipótesis desfavorables», como la paralización total del suministro de gas procedente de Rusia, «nos veríamos abocados a imponer reducciones del consumo», ha remachado.
Una primera valoración de estos planes debería hacerse «a principios de octubre».