Aumentos salariales, tema tabú de Macron


¿El gobierno tardó en detectar el conflicto latente en las refinerías francesas? ¿O simplemente ha seguido al pie de la letra la doctrina de Emmanuel Macron desde 2017, consistente en dejar la mano al diálogo social en las empresas, manteniendo las distancias? «¿Le parecería normal, en una democracia como la francesa, que el Ministro de Economía participara en las negociaciones salariales entre una empresa privada y los sindicatos? protestó el ministro de Economía, Bruno Le Maire, cuando fue cuestionado sobre este punto el lunes 17 de octubre en RMC. ¡Pero ese no es nuestro papel en absoluto! »

Al respecto, el Jefe de Estado asume que las cuestiones salariales no son competencia del Estado. Este es el propósito de las ordenanzas Macron de 2017, que facilitan la adopción de convenios colectivos en empresas sin delegado sindical ni representante de personal. Esta convicción también estuvo muy presente en su programa de campaña de 2022. Cuando los otros candidatos prometieron «una gran conferencia social sobre salarios» en un contexto de inflación creciente, o incluso aumentos absolutos del 10 % para Valérie Pécresse o Marine Le Pen, en cambio le ofreció triplicar el bono Macron (un bono libre de impuestos para apoyar el poder adquisitivo de los hogares, con un tope de 6.000 euros) y esquemas de participación en las utilidades en compañías que pagan dividendos.

“Emmanuel Macron tiene dos convicciones intangibles: es europeísta y proempresarial, resume Hakim El Karoui, ensayista y consultor. Su grilla de lectura es ponerse en el lugar de los líderes empresariales. Sin embargo, para estos últimos es más fácil pagar aguinaldos que aumentar los salarios, que vienen a recortar el margen. »

Tentación contradictoria

Primas, reparto de beneficios, participación… Si las empresas se han apoderado de estos instrumentos favorecidos por el arrendatario del Elíseo, su efecto sobre el poder adquisitivo es todavía difícil de medir. Sobre todo ante una inflación que perdura y que debería llegar a 4,2% en 2023, según el Ejecutivo, se cuestiona la efectividad de estos dispositivos, que tienen un carácter transitorio. “Además de los aumentos salariales, los bonos y la participación son herramientas idóneas cuando hay sobresaltos que no sabemos si son permanentes o temporales, observa el economista Philippe Martin, decano de la Escuela de Asuntos Públicos de Sciences Po. Si la inflación dura, no son suficientes. »

Te queda el 54,22% de este artículo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.



Source link-5