Hace dos años, Ralf Schumacher adquirió la Villa Coloniale, completa con piscina y exuberante jardín. El año pasado también adquirió la propiedad anexa y quiere construir aquí 13 villas de lujo. ¡A sus vecinos no les gusta eso en absoluto! Las acusaciones: el plan de construcción no se ajusta al suburbio y ya no se puede pasear por allí.
«El proyecto de construcción presentado está densamente poblado y tiene dos pisos, lo que no se adapta a este suburbio», dice Richard Fienberg, cuya casa linda directamente con la propiedad. Los planes de Schumacher tienen el potencial de cambiar «totalmente el carácter de este lugar», advierte Fienberg en la prensa local. Otra vecina, Angie Montandon, describe el desarrollo de Ralf como «un patio de recreo de élite para los ricos en el extranjero».
Pues bien, esperemos que la disputa vecinal no se intensifique y que pronto todos se vuelvan a querer… (rsc)