Bronceado: ¿cómo proteger tu piel de los rayos solares?


La temporada de bronceado finalmente está aquí, para el deleite de aquellos a quienes les gusta tener una tez bronceada. Entonces, ¿qué se puede hacer para optimizar sus condiciones y prepara bien tu piel para recibir los suaves rayos del sol ¿verano? Contrariamente a la creencia popular, no hay nada que puedas hacer para preparar realmente tu piel para el sol, de la misma manera que lamentablemente no puedes preparar tu hígado para el alcohol, como nos recuerda el columnista de belleza Benjamin Lévêque en bien hecho por ti.

Todo el problema para un hermoso bronceado radica en la importancia de proteger bien la piel. Así, para evitar la tez roja de la cigala este verano, primero habrá que dejar en el armario algunos productos cosméticos durante dos o tres meses, como la crema exfoliante, el peeling o incluso los productos a base de retinol y de ácido, ya que todos recorren la superficie de la piel. “Eliminará la capa superficial sobre la piel, lo que significa que las células estarán mucho más expuestas a los rayos UV del sol”, explica el columnista, y agrega que también hay que tener cuidado con las enfermedades de la piel. «Así que vas a tener aún más riesgo de envejecer y, por lo tanto, de cáncer».

Betacaroteno para una tez naturalmente bronceada

Aparte de las cremas hidratantes y básicas, la que sigue siendo imprescindible para aplicar este verano, es el protector solar esencial, siempre que pongas suficiente. “Ya sea un índice de 30 o de 50, lo más importante es la cantidad”, insiste Benjamin Lévêque. “Según algunos estudios, solo pondríamos una cuarta parte de la cantidad necesaria para tener una protección óptima”.

Así, la cantidad que se debe respetar es la de la «cucharadita», como lo confirma el dermatólogo Jérémy Lupu. “La cantidad teórica es de unas seis a ocho cucharaditas por aplicación, en un individuo de estatura y complexión media. Una por pierna y brazo, una cucharadita para la parte delantera y trasera del tronco, una cucharadita para el cuello y la nuca y una cucharadita para la cara», explica.

Finalmente, una buena técnica para asegurar un cutis bronceado sin demasiada exposición al sol es una dieta rica en betacaroteno, un precursor de la vitamina A. Por lo tanto, este pigmento fotosintético es complementario a la exposición a los rayos UV y también reduce el riesgo de cáncer. Como su nombre indica, el betacaroteno se encuentra en las zanahorias, pero también en otros alimentos de color naranja, como el mango, los albaricoques o la batata. Los suplementos alimenticios o las gomitas de mascar también pueden ser una fuente, pero ¿qué mejor que una buena ensalada de mango y albaricoque para disfrutar bajo el sol abrasador para una tez mate y hermosa?



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