Burdeos: el barrio de Saint-Paul plagado de tráfico de crack


Violencia múltiple en el barrio de Saint-Paul de Burdeos entre vecinos, jóvenes en busca de crack y comerciantes. El lugar se deteriora cada vez más y los habitantes ya no se sienten seguros.

En el centro de la ciudad de Burdeos, la búsqueda de «caillou», una bola de masa de crack para fumar, se ha vuelto diaria. En Saint-Paul, los residentes enfrentan un aumento en el tráfico de crack.

“El barrio claramente se está deteriorando, la limpieza tiene un problema real. La accesibilidad del barrio, así como el ambiente, dan miedo”, reaccionó François Petit, herbolario del distrito de Saint-Paul.

“Toda una población anciana y frágil ya no viene al barrio”, agregó.

En Burdeos, una tarta de crack cuesta entre 10 y 15 euros y permite cuatro o cinco tomas. Esta droga, que atrae cada vez a más personas, expone a los comerciantes al peligro cuando un traficante ingresa a su tienda.

“Son violentos y hablan mal”

“Entran en las tiendas, roban cosas y se van (…) Son violentos y hablan mal”, denunció Danielle Pandanx, presidenta del distrito de Saint-Paul, a CNEWS.

“Todos los comerciantes están muy asustados. Incluso hay algunos que me dicen que habrá que usar a la policía para defenderse. Cuando escucho eso, todavía me da miedo porque son padres y personas que tienen tiendas. Me digo a mí misma que no deben arriesgarse mucho pero están listas para pelear”, agregó.

Ante esta delicada situación, el Ministerio del Interior ha incrementado la presencia policial en esta zona. En total, 8.000 policías acaban de llegar a Burdeos.

En cuanto a los habitantes, esperan acciones concretas contra el narcotráfico.



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