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Piense en Ferrari. No es su equipo de F1, que repetidamente arrebata la derrota de las fauces de la victoria mientras su rival Red Bull se lleva los campeonatos, sino la división de autos de calle, que está en proceso de retirar casi todos los autos que ha vendido desde 2005.
El problema es el tapón del depósito de líquido de frenos. Está diseñado para ventilar la presión si es necesario, pero evidentemente ese diseño no es tan atractivo. La ventilación puede fallar, causando que se acumule un vacío, lo que resulta en una posible fuga de líquido de frenos. Y si no tiene líquido de frenos en las líneas de los frenos, no podrá reducir la velocidad o detenerse (sin golpear algo grande y sólido).
Por lo tanto, la solución es bastante simple: una nueva tapa del depósito de líquido de frenos y un parche de software que le permite al conductor saber si su depósito de líquido de frenos se está agotando. (Si esto ocurre, Ferrari dice que se detenga de inmediato y que remolquen el automóvil).
La compañía cree que solo alrededor del 1 por ciento de los automóviles se ven afectados, pero la prudencia requiere reemplazarlos a todos. Es decir, unos 23 555 automóviles en EE. UU., comenzando con 612 Scaglietti fabricados a principios de 2004. De hecho, los únicos Ferrari que estarán exentos serán el 575M Maranello, el 599 GTB, el SF90 y el nuevo 296 híbrido.
Los propietarios deben ser notificados a fines de septiembre por Ferrari sobre cuándo traer sus autos para que los arreglen.