Colin Cantwell, el artista conceptual que diseñó el Ala-X, la Estrella de la Muerte y más de Star Wars, muere a los 90 años


Colin Cantwell, el artista conceptual que diseñó el X-Wing Starfighter, TIE Fighter, Star Destroyer, Death Star y más de Star Wars, murió a la edad de 90 años.

Según lo informado por THR, la pareja de mucho tiempo de Cantwell, Sierra Dall, confirmó que falleció en su casa de Colorado el sábado 23 de mayo.

Crédito de la imagen: Jerod Harris/WireImage

Si bien fue quizás más conocido por su trabajo en Star Wars, su impresionante currículum también incluye efectos fotográficos especiales para 2001: A Space Odyssey, diálogo técnico para Close Encounters of the Third Kind y consultor de diseño de gráficos por computadora para WarGames.

Para 2001: A Space Odyssey, Cantwell trabajó en estrecha colaboración con Stanley Kubrick y «lo convenció de que no comenzara la película con una mesa de conferencias de 20 minutos», además de ser fundamental en la creación de la apertura de la película.

Para WarGames, programó los monitores de Hewlett Packard para mostrar las escenas de las bombas en las pantallas de NORAD mientras el WOPR casi lanzaba armas nucleares. Su trabajo en ese proyecto lo llevó a programar un software que «llevó el Hewlett Packard real de unos pocos colores a 5000 colores.

Cantwell nació en San Francisco en 1932 y fue diagnosticado con tuberculosis y desprendimiento parcial de retina a una edad temprana. Durante un AMA de Reddit en 2016, compartió que la cura era quedarse en una habitación oscura con un chaleco pesado en el pecho para evitar ataques de tos.

«Pasé casi dos años de mi infancia inmovilizado en esta habitación oscura. ¡Basta decir que nada más podría detenerme después de eso!» dijo Cantwell.

Continuaría hasta graduarse de la Universidad de California, Los Ángeles con un título en animación y luego sería invitado personalmente por Frank Lloyd Wright para asistir a su Escuela de Arquitectura.

Antes de tomar Hollywood y esa galaxia muy, muy lejana, Cantwell trabajó en el Laboratorio de Propulsión a Chorro y en la NASA durante la carrera espacial de los años 60 entre los EE. UU. y Rusia y creó programas educativos para que el público entendiera mejor lo que estaba pasando.

Incluso fue quien brindó información a Walter Cronkite cuando hizo su histórica transmisión de aterrizaje en la luna en 1969.

Además de todo este trabajo, Cantwell también encontró tiempo para escribir dos novelas de ciencia ficción, CoreFires 1 y CoreFires 2.

Adam Bankhurst es escritor de noticias para IGN. Puedes seguirlo en Twitter @AdamBankhurst y en Contracción nerviosa.





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