Para muchas startups, conseguir un lugar en un programa acelerador como Y Combinator o TechStars es como ganar el boleto dorado para la fábrica de chocolate de Willy Wonka. Las aceleradoras ofrecen una gran cantidad de oportunidades que pueden marcar la diferencia entre una gran idea que no alcanza su potencial y una que conduce a una IPO.
Estamos acostumbrados a ver que los aceleradores funcionan para empresas que interrumpen los viajes, el procesamiento de pagos o el almacenamiento en la nube, pero ¿y si ese modelo pudiera funcionar fuera del ámbito de la fábrica de capital de riesgo? ¿Qué pasaría si se pudiera utilizar un poco de inversión, un poco de tutoría y apoyo práctico, un montón de presentaciones y mucha confianza para ayudar a los artistas en sus carreras?
Eso es exactamente lo que Inversion Art intenta hacer.
«Y Combinator cambió mi vida», dijo a TechCrunch Joey Flores, cofundador de Inversion Art. “Siento mucha gratitud por el programa y pensé que si pudiera hacer algo así para los artistas, sería increíble”.
Flores es un alumno de Y Combinator cuya plataforma de marketing musical EarBits se graduó del programa en 2010 y se vendió en 2015. Si bien Flores no es un artista profesional, el arte es una parte muy importante de su vida, y un comentario casual de un VC en una conversación de 2020 lo encaminó hacia la búsqueda de una manera de apoyar a los artistas que tienen el impulso y la pasión de hacer del arte su carrera de por vida, pero que necesitan ayuda para lograrlo. Como parte de su investigación, se conectó con su cofundador Jonathan Neil y juntos buscan cambiar la forma en que los artistas encuentran el éxito y el reconocimiento.
«El artista siempre ha confiado en otras partes, como coleccionistas, museos y galerías, para desarrollar sus carreras y definir su éxito», dijo Neil. «Somos, en nuestra opinión, la primera organización que realmente se sienta del mismo lado de la mesa que el artista en todas sus negociaciones y actividades y realmente le ayuda a definir el éxito por sí mismo».