Con una ampliación de capital, Alstom ultima su plan de reducción de deuda


El grupo desveló el miércoles los dos instrumentos financieros que pretende utilizar: una ampliación de capital de casi mil millones de euros y una emisión de bonos «híbridos» de unos 750 millones de euros. Este último tiene la característica de estar contabilizado la mitad del patrimonio de la empresa por la agencia de calificación Moody’s, por lo que le permite fortalecer su balance.

«Se trata de un plan equilibrado» cuyo «calendario y modalidades precisas dependerán evidentemente de las condiciones del mercado», indicó el director general Henri Poupart-Lafarge durante una conferencia de analistas financieros. Estos anuncios, publicados junto con los resultados financieros anuales, parecieron atraer a los inversores: las acciones de Alstom subieron un 3,77% hasta 10,36 euros alrededor de las 11:15 horas en París, en un mercado ligeramente al alza.

Deuda neta del grupo de 2.990 millones de euros en marzo de 2024

El último ladrillo del plan consiste en ventas de activos por unos 700 millones, ya anunciadas. En abril, Alstom anunció que vendería sus actividades de señalización convencional en Norteamérica a la alemana Knorr-Bremse AG por 630 millones de euros.

Alstom cree haber «definido» su plan de reducción de deuda y prevé que esto le permitirá obtener el favor de las agencias de calificación, que evalúan la solvencia de las empresas. El fabricante prevé que Moody’s asocie una perspectiva «estable» a su rating Baa3, señal de que no será rebajado a corto plazo, tras la aplicación de las medidas anunciadas. Moody’s también confirmó el miércoles su intención de «estabilizar las perspectivas tras la finalización exitosa» de las operaciones, al tiempo que confirmó inmediatamente la calificación con perspectiva negativa.

La deuda neta del grupo era de 2.990 millones de euros a 31 de marzo de 2024. Estas dificultades también tienen un coste social, ya que el industrial ya ha anunciado la eliminación de unos 1.500 puestos administrativos en todo el mundo, de los cuales unos 300 en Francia.

«Nueva fase»

Alstom está teniendo dificultades para digerir el grupo Bombardier Transport, adquirido a principios de 2021, y también ha sufrido recientemente por la ejecución de determinados contratos. Se trataba «por definición de una adquisición complicada y sabíamos que se necesitarían entre tres y cuatro años para integrarse completamente» Bombardier, admitió Henri Poupart-Lafarge durante una conferencia de prensa.

Como señal de que este legado aún pesa, el grupo duplicó con creces su pérdida neta para el ejercicio 2023/24, hasta 309 millones de euros frente a los 132 millones de euros del año anterior, bajo el efecto de una serie de gastos excepcionales (reestructuración y costes de integración, litigios, etc.), según sus resultados publicados el miércoles.

«Alstom está mejorando. La empresa está hoy inmersa en una nueva etapa de su recuperación, iniciada hace varios meses y de la que estamos viendo los primeros síntomas con nuestros resultados», promete Henri Poupart-Lafarge en Le Figaro, que pronto lo hará. ceder la presidencia del grupo.

De hecho, se había decidido disociar las funciones de director general de las de presidente del consejo de administración a partir de julio de 2024. Henri Poupart-Lafarge, director general desde febrero de 2016 y reelegido para este cargo el pasado mes de julio, no será más que su director general. Para sustituirlo como presidente, se eligió al ex director general de Safran, Philippe Petitcolin.

En el lado de las buenas noticias, Alstom destaca su beneficio operativo ajustado (que se supone refleja el rendimiento operativo recurrente) de 997 millones de euros, un aumento del 17%. La cartera de pedidos, por su parte, alcanzó los 92.000 millones de euros, “lo que proporciona una fuerte visibilidad sobre las ventas futuras”.



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