Condiciones de empleo de los trabajadores indocumentados: se necesita justicia para definir el alcance del “deber de vigilancia” de La Poste hacia sus subcontratistas


Son una decena de ellos, el martes 19 de septiembre, frente al tribunal de París, detrás de una pancarta con los colores del sindicato SUD-PTT. La mayoría son indocumentados, pero empleados, a través de empresas de trabajo temporal, por filiales del grupo La Poste, como Chronopost, para clasificar paquetes en los almacenes o entregarlos.

Según los sindicatos y sus colectivos, la mayoría de las veces se les confían tareas difíciles y horarios ingratos. Una situación conocida desde hace años en La Poste, donde varios movimientos huelguistas ya han intentado concienciar sobre la situación de estos trabajadores, mientras los sindicatos acusan al grupo, como a otras importantes empresas francesas, de «hacer la vista gorda» ante las prácticas que llevarse a cabo en sus filiales.

Sin embargo, desde el 27 de marzo de 2017 existe una ley que establece para estos grandes grupos un “deber de vigilancia”, lo que les obliga a publicar cada año un documento en el que detallan los riesgos humanos y medioambientales de sus actividades, incluyendo también a sus subcontratistas. Ésta es la base de este texto: una “nueva pregunta, que nos ha valido cierto éxito”, – sonríe el presidente de la primera sala civil, frente a la sala abarrotada – que el SUD-PTT ha convocado al grupo La Poste ante el tribunal judicial de París.

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El sindicato considera que el plan de vigilancia que publica cada año el grupo no cumple con las obligaciones legales impuestas por la ley de 2017. Según SUD-PTT, no incluye de forma exhaustiva la “mapeo de riesgos y daños graves” derechos humanos, salud y seguridad; no más que la lista de subcontratistas del grupo.

«Juicio de intención»

“Vigilar significa evitar la realización de un peligro, noción que va más allá de la obligación de prudencia”, suplica Mmi Céline Gagey, asesora SUD-PTT. Por ella, “La explotación de los inmigrantes indocumentados. [par les filiales du groupe] Es un modelo de negocio ante el cual La Poste hace la vista gorda”, sólo tomando medidas ante una movilización masiva de empleados, que contraviene sus deberes. este juicio “no es el de la subcontratación, sino el del incumplimiento de los deberes de vigilancia” del grupo público, que “Como empresa matriz, debemos actuar” contra estos abusos, “incluso si se realizan a través de la agencia temporal del subcontratista del subcontratista”. Medidas que, explica el abogado, implican un control mucho más estricto de las prácticas de las filiales del grupo, que no aparece en el famoso documento. METROmi Gagey estima que sólo el 1% de los subcontratistas del grupo han experimentado una “auditoría in situ” desde 2017.

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