Costo de vida: la galera para los estudiantes de Lille que deben encontrar alojamiento antes del comienzo del año escolar


Maximilien Carlier (en Lille), editado por Solène Leroux
modificado para

22:41 22 de agosto de 2022

El alojamiento en la capital de Flandes cuando eres estudiante es una carrera de obstáculos. Las agencias inmobiliarias están desbordadas debido a la gran demanda. Los apartamentos o estudios son muy populares, y los que quedan en alquiler tienen precios desorbitados. Los estudiantes luchan por encontrar alojamiento para el comienzo del año escolar.

REPORTAJE

«No tenemos más alquileres en lila«, este es el mensaje pegado en los frentes de varias agencias inmobiliarias en la capital de Flandes. En algunas, hay filas de estudiantes con, a veces, jóvenes en apuros. «Me molesta, estoy de los nervios», es Catheline. impaciente: «No sé qué voy a hacer si no tengo mi alojamiento en Lille».

640 kilómetros para nada

Y para agregar: “Si no hay estudio, no hay universidad y por lo tanto no hay estudios superiores. Además, mis padres me hicieron un préstamo que será inútil”, se preocupa. Sus padres están a su lado.

Toda la familia vino desde Deux-Sèvres en coche con las maletas llenas: «Hicimos 640 kilómetros para acompañar a mi hija, y en el acto nos dijeron que no podíamos alojarnos», cuenta su padre. “No es normal vivir esto. ¿Cómo esperas que estos jóvenes tengan confianza en su futuro? Les faltan departamentos, estudios para estudiantes”, se enoja la madre de Catheline.

1.200 euros de alquiler por 40 metros cuadrados

Los que aún están disponibles en esta época del año muestran un alquiler exorbitante, señala Lara y Romain, estudiantes de economía y administración, y de recursos humanos. “La mayoría de los pisos que quedan están fuera de presupuesto. 1.200 euros por 40 metros cuadrados. No tenemos 1.200 euros para poner como estudiante”, asegura Romain.

“Teníamos pensado alejarnos un poco, pero como el metro cierra a medianoche, las horas en las que queremos salir, nos vamos a quedar varados. No queremos irnos de Lille, porque somos jóvenes y queremos disfruta del centro de la ciudad.» Esta pareja tiene tres semanas para encontrar alojamiento antes del comienzo del año escolar. De lo contrario, habrá plan B: dormir con la abuela que vive en Amiens y tomar el tren todos los días.



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