¿De dónde viene el término «sensación intestinal»? – LifeSavvy


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Todos lo hemos experimentado. Estamos tratando de tomar una decisión, y aunque hay poca o ninguna evidencia que la respalde, algo nos dice qué camino tomar. Ya sea que se refiera a él como un presentimiento, intuición o ser uno con el Universo, en realidad hay algo de ciencia detrás de por qué debemos escuchar este sexto sentido.

¿Qué es la conexión cerebro-intestino?

Dentro de nuestra área intestinal (el estómago y los intestinos) se encuentra la segunda red más grande de neuronas dentro del sistema nervioso de nuestro cuerpo, llamada sistema nervioso entérico. Este sistema nervioso es muy poderoso (solo superado por el sistema nervioso central, e incluso algunos científicos están debatiendo ese punto) y es capaz de recibir y dar información al cerebro. Entonces, literalmente, nuestro intestino está conectado a nuestro cerebro.

El Dr. Deepak Chopra, neuroendocrinólogo, ha estudiado durante años la conexión entre nuestra conciencia y el cuerpo físico.

Chopra ha postulado el poder de las células de nuestro cuerpo y ha llegado a la conclusión de que cada célula tiene su propia memoria que se puede aprovechar en una fecha posterior. Entonces, cuando tenemos una «intuición», nuestras células recuerdan la información almacenada y transmiten las emociones asociadas con esos recuerdos desde el sistema nervioso entérico a nuestro cerebro. Luego, nuestro cerebro nos envía señales que nos dicen qué hacer, que es de donde proviene la intuición.

Según el Dr. Chopra, el sistema nervioso entérico no tiene la capacidad de dudar de sí mismo. Esto explicaría por qué muchos sentimientos viscerales nos llegan rápidamente antes de que pensemos en ellos y decidamos si los seguiremos o no.

El sistema nervioso entérico también explica por qué muchas emociones involucran nuestro intestino. Cuando estamos muy estresados, enojados o molestos, a menudo nos sentimos mal del estómago. Esas “mariposas” nerviosas que sentimos cuando inicialmente nos sentimos atraídos por alguien o nerviosos y emocionados por un evento revolotean en nuestro estómago. Por otro lado, la mala salud intestinal se ha relacionado con varios problemas de salud que van desde el SII y la artritis hasta los trastornos del estado de ánimo y las disfunciones cognitivas.

Cómo confiar en tu instinto (y ser más intuitivo)

Algunas personas parecen estar más en sintonía con su instinto y su intuición general que otras y casi siempre tienen razón cuando confían en su instinto. Al igual que el ejercicio o la meditación, esto requiere práctica.

Cada vez que nuestro cerebro determina cómo hacer algo, se basa en nuestros recuerdos y patrones de experiencias previas para determinar el curso de acción con la menor resistencia. Si la decisión es exitosa, esa información se almacena, y la próxima vez que nos encontremos con un escenario con un patrón similar, nuestro cerebro nos enviará la información correspondiente. Incluso si la información es vaga, lo que probablemente sucederá cuando la memoria de la que extrae nuestro cerebro sea antigua o esté almacenada muy profundamente, nuestra intuición aún podrá decir «esto es algo bueno» o «esto es algo malo». mensaje.

Cuantos más patrones creemos en torno a eventos similares, nuestra intuición será mejor. Por ejemplo, si sale a correr todos los días, será bastante bueno para identificar posibles peligros de seguridad en su camino, incluso si se encuentra en un sendero nuevo que nunca antes había visto.

Una intuición como esta no siempre está directamente relacionada con el sistema nervioso entérico, pero los términos ‘intuición’ y ‘intuición’ se han convertido en sinónimos. Independientemente de dónde provenga técnicamente su instinto, es aconsejable escucharlo.





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