Sin embargo, estas altas temperaturas durante un largo período de tiempo, que provocan olas de calor en el mar, influyen en las condiciones climáticas. Si continúan en septiembre-octubre, podrían ser presagios de eventos de lluvia extrema.
En este momento, las condiciones ya son propicias para tormentas eléctricas y fuertes lluvias localizadas. Estos episodios nacen cuando el viento cálido y húmedo procedente del mar Mediterráneo se dirige hacia el norte y choca contra un interior montañoso y aire frío, presente en la altura. El contraste genera entonces una fuerte precipitación.
Con la actual ola de calor marina, este fenómeno podría verse amplificado por la fuerte evaporación del agua y la formación de una masa de aire caliente y húmedo sobre el mar. “Cuanto más cálido y húmedo es el aire procedente del mar, más intenso es el sistema de tormentas”advierte Cindy Lebeaupin-Brossier, investigadora del CNRS en el Centro Nacional de Investigaciones Meteorológicas.