DEPORTES RECREATIVOS – Cuando se trata de calambres musculares, no pienses sólo en el magnesio


Los calambres musculares durante el ejercicio o en reposo son un acontecimiento angustioso, pero afortunadamente suelen ser médicamente inofensivos. Estos calambres se producen principalmente en grupos musculares de las piernas o pies que se someten a práctica deportiva.

Las cosas todavía pueden complicarse dependiendo de la situación, por ejemplo al nadar en aguas abiertas. Por lo tanto, nunca debes nadar solo o al menos llevar siempre contigo una boya de seguridad para poder mantenerte a flote en caso de calambres inesperados. Porque le puede pasar a cualquiera.

La mayoría de las personas suelen asociar los calambres musculares con la deficiencia de magnesio. Esperan poder prevenir los calambres tomando un suplemento de magnesio durante todo el año. Desafortunadamente, esto no siempre proporciona alivio; en la práctica, rara vez se observa una deficiencia de magnesio que pueda detectarse en la sangre.

Los calambres musculares suelen tener otras causas diversas: la pérdida de sal por sudoración, la ingesta excesiva o insuficiente de líquidos, grupos musculares cansados, acortados o sobrecargados y la ingesta inadecuada de alimentos son causas comunes. Así que no solo tomes magnesio, piensa en qué otros desencadenantes podrían estar causando tus calambres musculares.

Dependiendo de su predisposición, la ingesta excesiva de magnesio también puede provocar diarrea e interactuar con la absorción de otros nutrientes. Si los calambres musculares se producen de forma repetida durante un largo periodo de tiempo, incluso por la noche e independientemente del ejercicio, en grupos musculares que no se están utilizando, se debe buscar el consejo de un especialista. Los trastornos circulatorios, los cambios hormonales o los efectos secundarios de los medicamentos a largo plazo son otras posibles causas de disfunción muscular.

La prevención más importante de los calambres musculares es y sigue siendo una ingesta adecuada de alimentos y líquidos junto con una regeneración muscular adecuada. Si los músculos están tan endurecidos y tensos que incluso tocarlos duele y provoca calambres, es necesario actuar. Por ejemplo, puede intentar reducir el tono muscular por la noche antes de acostarse con diversas formas de técnicas de tejidos blandos, como (auto)masajes, estiramientos suaves, aplicaciones de calor o enrollamiento de la fascia.

Natina Schregenberger trabaja como médica deportiva en la ciudad de Zurich y es madre de dos hijas.

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