El Dodge Challenger actual, a pesar de que aún se vende como un automóvil nuevo, tiene un chasis que data de la administración Obama. Se actualizó levemente en 2015, pero sus huesos todavía se basan en la misma plataforma Chrysler LC de 2008. Sin embargo, unos años antes de eso, bajo la mirada del difunto Sergio Marchionne, FCA y Dodge planeaban darle a los Estados Unidos un deportivo Challenger completamente nuevo construido sobre el brillante chasis Giorgio de tracción trasera del Alfa Romeo Giulia. Sin embargo, planes tan increíbles lamentablemente nunca llegaron a realizarse.
Durante un reciente episodio de la Podcast de la red de Autoline, el CEO de Dodge, Tim Kuniskis, habló sobre los planes que tenía FCA (ahora Stellantis) para un Challenger completamente nuevo basado en la plataforma Giorgio de Alfa. En 2013, la dirección de FCA tuvo que tomar una decisión: cambiar el Challenger a una nueva plataforma o simplemente actualizar la existente. En última instancia, eligieron lo último, pero piensen en lo increíble que hubiera sido lo primero.
Puedes escuchar el podcast a continuación. Kuniskis comienza a hablar sobre la posibilidad de Challenger y Alfa alrededor de los 43 minutos.
«En la plataforma Giorgio, hubiéramos tenido un auto que, francamente, hubiera sido más liviano, se hubiera manejado mejor», dijo Kuniskis. Sin embargo, dijo que la razón principal por la que descartaron los planes para la plataforma Giorgio fue que habría puesto al Challenger directamente en competencia con el Ford Mustang y el Chevy Camaro. «Esos son autos geniales, son autos fantásticos, ¿por qué querríamos ir a pelear con ellos, en su caja de arena?» razonó. «Quedémonos en nuestra caja de arena y seamos totalmente diferentes a ellos, vayamos a la izquierda cuando ellos vayan a la derecha y tratemos de adueñarnos de este espacio».
Tan delicioso como suena haber tenido un cupé Challenger basado en Alfa Romeo para nuestro mercado, Dodge probablemente hizo el movimiento correcto. El chasis antiguo que sustenta al Challenger se ha pagado diez veces y el auto existente continúa vendiéndose bien. Dodge prácticamente está imprimiendo dinero con el Challenger en este momento. Como entusiastas de los automóviles, podemos quejarnos todo lo que queramos de lo arcaicos que son sus fundamentos, pero los clientes siguen pagando por ellos, entonces, ¿por qué cambiar? No arregles lo que no está roto, supongo.
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