Después de que el principal narcotraficante de Ecuador escapara durante motines en prisión, el presidente Noboa declaró el estado de emergencia. Desde entonces, ha habido un conflicto armado entre las fuerzas de seguridad del Estado y bandas criminales.
Soldados y policías se preparan para un control de identidad en Guayaquil, Ecuador, el 13 de enero de 2024.
(dpa)
En medio de feroces enfrentamientos entre bandas criminales y fuerzas de seguridad del Estado en Ecuador, 41 funcionarios penitenciarios tomados como rehenes han sido liberados. Las autoridades penitenciarias anunciaron el sábado (hora local) que 24 guardias penitenciarios y 17 empleados administrativos fueron liberados nuevamente. Sin embargo, 136 funcionarios penitenciarios siguen retenidos por presos amotinados en varias prisiones del país sudamericano. Un guardia murió y otro resultó herido en enfrentamientos en una prisión, según el comunicado.
Recientemente, bandas criminales se amotinaron en varias prisiones y tomaron bajo su control a numerosos guardias. Muchas prisiones en Ecuador están controladas por sindicatos del crimen. A menudo, las fuerzas de seguridad simplemente se aseguran de que los prisioneros permanezcan en los centros de detención. Dentro de los muros se les deja en gran medida a su suerte.
Después de que hombres armados irrumpieran el martes en un estudio de la televisión estatal TC Televisión durante un noticiero en vivo y tomaran numerosos rehenes, el gobierno envió a las fuerzas armadas a la lucha contra las pandillas. El presidente Daniel Noboa declaró por decreto que Ecuador se encontraba en un conflicto armado interno. Declaró que 22 grupos criminales son organizaciones terroristas y partes beligerantes no estatales que deben ser eliminadas.
La situación de seguridad en el Ecuador recientemente se había deteriorado dramáticamente. La tasa de homicidios de 46,5 homicidios por cada 100.000 habitantes el año pasado fue la más alta en la historia de la otrora pacífica nación andina y una de las más altas de América Latina. Múltiples pandillas con vínculos con poderosos cárteles mexicanos luchan por el control de las rutas del narcotráfico. Ecuador es un importante país de tránsito para la cocaína procedente de Colombia, Perú y Bolivia que se contrabandea hacia Estados Unidos y Europa.