El Quimera es un Destructor Estelar Imperial I modificado, que sirvió como nave de mando de Thrawn a lo largo de su carrera dedicada al Imperio, desde Comodoro hasta Gran Almirante. Antes de la Liberación de Lothal, Thrawn usó la Séptima Flota para bloquear el planeta del Borde Exterior, pero luego fue derrotado cuando Ezra Bridger (interpretado por Eman Esfandi en «Ahsoka») usó los purrgils para arrastrar a Thrawn, la Quimera y a él mismo al hiperespacio. Desde su partida en el final de la serie «Star Wars Rebels», el regreso de Thrawn ha sido objeto de constante elaboración de teorías, junto con el destino de Ezra, de quien a menudo se teorizó que se había vuelto rebelde (la revelación real de su destino es mucho más entrañable).
La característica más singular de la nave es el grabado de una quimera en la parte inferior de su casco, y Thrawn quedó impresionado por esta inspiración específica durante su tiempo como Capitán Senior de la Flota de Defensa Expansionaria Chiss. Mientras que los Destructores Estelares estándar tenían torretas de dos cañones, el Quimera tenía ocho cañones, posiblemente modificados para adaptarse a la gran ambición del Almirante y su necesidad de una fortaleza aerotransportada infalible que pudiera tanquear enemigos.
Uno de los primeros usos de la nave fue durante el apogeo del Imperio Galáctico, cuando la rebelión era solo una chispa en varios rincones de la galaxia. Thrawn fue enviado para aplastar estos posibles focos de rebelión, lo que procedió a hacer a lo largo de los años sin ninguna piedad, utilizando la nave para cambiar el rumbo de algunas batallas espaciales a pequeña escala, incluido el ataque a la estación espacial Lansend Twenty-Six para recuperar a los esclavos wookies que habían escapado con la ayuda de grupos rebeldes. Después de ganar esta particular batalla espacial, Thrawn se enfrentó a varias amenazas hasta que comenzó la guerra civil, debilitando sin piedad las defensas planetarias y aprehendiendo a los descontentos que amenazaban la causa del Imperio.