Si hay algo que se ha mantenido constante a medida que la carrera de Ricky Gervais ha tenido altibajos, es el talento del comediante para reír a carcajadas. Incluso en los días de «The Office», arruinaba tomas con sus arrebatos aparentemente incontenibles. La escena entre él y Tim de Martin Freeman en la oficina de David Brent es un buen ejemplo. En un momento, Freeman se desespera y dice: «Literalmente no sé qué hacer». Y después de la toma 25, Gervais comenta «¿Toma 25? […] que embarazoso.»
Desafortunadamente, Gervais no aprendió a controlarse entre «The Office» y «Extras», como lo demuestra una historia de las nuevas memorias de Patrick Stewart, «Making It So». En el libro, Stewart recuerda cómo Gervais se puso en contacto con él mientras hacía compras y aceptó participar en «Extras» sin ver el guión y sin tener idea de lo que implicaría el episodio. Como recordó Stewart:
«Le pregunté a Ricky si podíamos reunirnos y discutir el papel con más detalle. Dijo que no podíamos, porque él y su socio productor, Stephen Merchant, no empezarían a escribir el guión hasta que yo aceptara hacerlo».
De alguna manera, Stewart quedó convencido y, afortunadamente, una vez que vio el guión, se alegró de ver que estaría interpretando una «versión ficticia, trastornada y sexualmente pervertida» de sí mismo. De hecho, el actor, que también reveló cómo otro compañero actor casi lo convenció de rechazar «Star Trek», afirmó que «instantáneamente le encantó» el guión de «Extras» cuando lo vio, y agregó: «Todo lo que se necesitaba era que yo fuera Patrick Stewart… pero esta versión de mí obviamente tiene problemas». Sin embargo, cuando llegó el momento de rodar una escena crucial entre Andy Millman y esta versión «sexualmente pervertida» de Stewart, fue Gervais quien tuvo problemas.