Los científicos han encontrado un sistema planetario con un mundo «prohibido», que podría reescribir la historia de cómo se forman esos planetas.
El planeta tiene un gran planeta gigante gaseoso, similar a nuestro Júpiter. Pero su estrella es una enana roja, solo cuatro veces el tamaño del propio Júpiter.
Los científicos pensaron anteriormente que era poco probable que una estrella tan pequeña pudiera albergar un planeta tan grande y gaseoso.
«La estrella anfitriona, TOI-5205, es casi cuatro veces el tamaño de Júpiter, pero de alguna manera ha logrado formar un planeta del tamaño de Júpiter, ¡lo cual es bastante sorprendente!» dijo Shubham Kanodia, de la Carnegie Institution for Science, quien dirigió la investigación.
Los gigantes gaseosos se han formado previamente alrededor de estrellas enanas M de este tipo. Pero la estrella recién descubierta es más joven y tiene una masa menor.
Los científicos han llamado al planeta TOI 5205b, por la estrella alrededor de la cual orbita.
“La existencia de TOI-5205b amplía lo que sabemos sobre los discos en los que nacen estos planetas”, dijo Kanodia.
“Al principio, si no hay suficiente material rocoso en el disco para formar el núcleo inicial, entonces no se puede formar un planeta gigante gaseoso. Y al final, si el disco se evapora antes de que se forme el núcleo masivo, entonces no se puede formar un planeta gigante gaseoso. Y, sin embargo, TOI-5205b se formó a pesar de estas barreras.
“Según nuestra comprensión nominal actual de la formación de planetas, TOI-5205b no debería existir; es un planeta “prohibido”.
TOI 5205b fue descubierto por primera vez como un planeta potencial por el Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito o TESS de la NASA, que busca la caída característica de la luz que ocurre cuando los planetas cruzan sus estrellas, conocida como «tránsito». El TOI 5205b fue notable debido a la relativa similitud de tamaño entre el planeta y su estrella, lo que significa que bloquea alrededor del siete por ciento de la luz y es uno de los tránsitos más grandes conocidos.
Luego, los científicos lo examinaron con más telescopios y confirmaron que era un planeta y que parecía tener un tamaño que se creía imposible.
Ahora los investigadores esperan realizar aún más investigaciones sobre el mundo utilizando el telescopio espacial James Webb de la NASA, que se lanzó recientemente. El tránsito muy grande significa que esas observaciones deberían ser particularmente fructíferas y ayudar a arrojar luz sobre su composición, así como la historia inusual de su nacimiento.