Si el clima está despejado y el polvo del trabajo agrícola no nubla el cielo, los residentes de Corcoran, California, solo tienen que mirar hacia arriba. La amenaza está ahí, imponente, más allá de los almendros, las vides, los melocotoneros que hacen la riqueza del valle de San Joaquín. Estas masas blancas que se aferran a las cumbres no son nubes, sino montañas de nieve. Una avalancha de agua está a punto de caer desde Sierra Nevada.
Después de un invierno de precipitaciones récord y temperaturas por debajo de lo normal, la primera ola de calor ha llegado al Valle Central. Hace 31°C en Corcoran, un pueblo de 14.000 habitantes, que vive de la agricultura y de sus dos prisiones (8.000 habitantes), y con bastante moderación, a juzgar por el número de tiendas de descuento. Los residentes se preparan para gran derretimiento, el «gran derretimiento» de la nieve, con más o menos flema, según su carácter. «Algunos tienen miedo y otros no» resume Sheila Reis, una contadora que se ubica más en el campo de la primera.
Los más preocupados se reconocen por los sacos de arena apilados alrededor de las casas -el condado ha repartido 217.000- así como por el altímetro descargado en su móvil. “Allí, estoy a 274 pies” (83,5 m), informa la joven al abrir la aplicación que le permite evaluar sus posibilidades de mantenerse seca si el nivel del lago continúa aumentando. Nada que temer por ahora, pero lo peor está por venir.
A pocos kilómetros, las dos bifurcaciones del río Kings ya lamen peligrosamente los pistachos. Llegado a la región en 2017, Norberto González acaba de descubrir que estaba alquilando una casa en una zona inundable. El consultor político se apresuró a contratar un seguro, con la esperanza de que surtiera efecto antes del diluvio previsto.
Trece ríos atmosféricos
Según los funcionarios del condado de Kings, 4.400 millones de metros cúbicos de agua se precipitarán por los lechos de los ríos a mediados de julio. Ha comenzado una carrera contra el tiempo contra los elementos. En los diques, al pie de los puentes, a lo largo de la vía férrea que va de Fresno a Bakersfield, las excavadoras están ocupadas. En Corcoran, donde el complejo penitenciario está al frente de la crecida de las aguas, el municipio ha realizado un esfuerzo hercúleo para levantar el dique que rodea la localidad durante veintitrés kilómetros por 1,20 metros.
Después de que a regañadientes -esta es la segunda vez que el estado ha sido llamado al rescate en treinta años- el gobernador de California, Gavin Newsom, prometió el 11 de mayo financiar la obra. Costará 17 millones de dólares (16 millones de euros) a los contribuyentes californianos.
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