El presidente del sindicato agrícola mayoritario FNSEA “Se niega” a participar en un gran debate con el presidente Emanuel Macron en el Salón Agrícola del sábado en presencia de los Levantamientos de la Tierra, un colectivo que el ejecutivo quiso disolver, denunciando una “provocación inaceptable”.
“Me niego a participar en lo que sólo será una farsa”
«La invitación del PR [président de la République] a la #SIA de un pequeño grupo cuya disolución fue solicitada por su propio gobierno es una provocación inaceptable para los agricultores. Acepté participar en un debate. En estas condiciones, me niego a participar en lo que sólo será una farsa”, declaró Arnaud Rousseau el jueves X por la noche. El Elíseo anunció durante la jornada la participación del Jefe de Estado en un gran debate de al menos dos horas, «abierto» y «sin filtro», con «todos los actores del mundo agrícola», agricultores, industriales, grandes minoristas y Las ONG, el sábado en el Salón Agrícola, «para perfilar el futuro» del sector.
Se esperan varios centenares de personas, entre ellos representantes de los principales sindicatos agrícolas (FNSEA, Jóvenes Agricultores, Coordinación Rural, Confederación Campesina, etc.), grandes minoristas (Lidl, Leclerc, etc.) y fabricantes como el procesador de alimentos Bigard Meat y también ONG. También están invitados los líderes de asociaciones ecologistas, afirmó el Elíseo, citando Réseau Action Climat, Générations Futures y Levantamientos de la Tierra, un colectivo que el Ejecutivo quería disolver antes de que el Consejo de Estado anulara la decisión.
Este debate, que abarcaba todas las cuestiones relacionadas con la agricultura, desde la cuestión de los ingresos para Europa hasta la transición del modelo agrícola a la luz de las grandes cuestiones climáticas, debía comenzar poco después del inicio del gran punto de encuentro popular del Salón. El mundo agrícola atraviesa su crisis más grave en 30 años según la FNSEA. Después de dos semanas de bloqueos, los agricultores, movilizados en toda Francia, levantaron sus campamentos a principios de febrero tras tres ráfagas de anuncios gubernamentales, entre ellos más de 400 millones de euros en medidas de emergencia.