El presidente turco se niega a reunirse con el primer ministro griego en la cumbre de la OTAN en Madrid


La calma habrá durado poco, nada va bien entre Atenas y Ankara. El martes 28 de junio, antes de partir hacia Madrid en la cumbre de la OTAN, de la que ambos países son miembros, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, reiteró su intención de no reunirse con el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis. “Es imposible para mí conocer al Sr. Mitsotakis. Le cerramos la puerta a eso”, declaró.

A mediados de marzo, el tono era bastante diferente. En el contexto de la agresión rusa en Ucrania, el Sr. Mitsotakis fue recibido el 13 de marzo en Estambul por el Sr. Erdogan. El comunicado de prensa emitido después de la reunión subrayó «responsabilidad especial» compartido por ambos países «en la arquitectura de seguridad europea modificada por el ataque ruso a Ucrania».

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Un mes después, la animosidad se hizo cargo. En las últimas semanas, Atenas ha denunciado la reanudación de las violaciones de su espacio aéreo por parte de aviones militares turcos que sobrevuelan las islas del mar Egeo. Por la parte turca, la visita oficial del Sr. Mitsotakis a los Estados Unidos Se destaca el 16 y 17 de mayo. En su discurso ante el Congreso de los EE. UU., el primer ministro griego se opuso a la venta de aviones de combate F-16 a Turquía.

La compra de los F-16 es un punto delicado para Ankara, que está desesperada por comprar estos aviones para rescatar su flota ahora obsoleta. El Congreso se resiste a dar luz verde a las sanciones estadounidenses que prohíben cualquier transacción con la agencia gubernamental turca a cargo de la compra de armas (SSB).

Soberanía “cuestionable”

Washington implementó estas sanciones en 2019 para castigar a Turquía por adquirir un sistema de defensa aérea ruso S-400, originalmente diseñado para detectar y destruir aviones de la OTAN. Así quedó excluida Ankara del programa de compra de aviones de combate estadounidenses F-35 con los que pretendía equipar a su envejecida flota.

Ulcerado por los comentarios del Primer Ministro griego en Washington, el Sr. Erdogan declaró que este último «ya no existía» para él. En el proceso, puso fin a las conversaciones diplomáticas que se habían reanudado entre los dos países desde enero de 2021.

Más preocupante aún, Mevlüt Cavusoglu, el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, acusó a Atenas de «militarizar» sus islas en el mar Egeo. Si Grecia se niega a «desmilitarizar»su soberanía sobre estas islas será considerada como «discutible»dijo en una declaración escrita.

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Turquía recuerda constantemente que las islas del mar Egeo, entregadas a Atenas tras el acuerdo de Lausana de 1923 y el de París en 1947, se supone que deben ser desmilitarizadas. Las autoridades griegas, por su parte, justifican su presencia militar por las frecuentes violaciones del espacio aéreo y marítimo por parte del ejército turco, lo que constituye una amenaza para la soberanía de Grecia.

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