El Senado rechazó los cargos de juicio político contra el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y rápidamente despachó el caso después de un proceso judicial que duró apenas unas horas.
La medida no fue inesperada, ya que los senadores votaron siguiendo líneas partidistas. Mayorkas fue acusado en la Cámara hace más de dos meses por sólo un voto, mientras los republicanos buscaban castigarlo por la forma en que manejó la frontera sur.
Las cadenas de noticias por cable entraron y salieron del proceso durante la tarde.
Los demócratas del Senado tuvieron éxito en su decisión de desestimar el caso, votando que los dos cargos de impeachment eran inconstitucionales porque no alcanzaban el nivel de delitos y faltas graves. Mayorkas fue acusado de negarse “intencionalmente” a cumplir las leyes de inmigración y de hacer declaraciones falsas al Congreso.
Ian Sams, portavoz de la Casa Blanca, dijo en un comunicado: “De una vez por todas, el Senado ha rechazado con razón este juicio político infundado que incluso los juristas conservadores dijeron que era inconstitucional. El presidente Biden y el secretario Mayorkas seguirán haciendo su trabajo para mantener a Estados Unidos seguro y buscar soluciones reales en la frontera, y los republicanos del Congreso deberían unirse a ellos, en lugar de perder el tiempo en trucos políticos infundados y acabar con verdaderas reformas bipartidistas de seguridad fronteriza”.
Los republicanos han estado criticando a la administración Biden por el aumento en los cruces fronterizos, ya que el tema ha sido un tema central de la campaña de 2024.
El senador Ted Cruz (R-TX) atacó a los demócratas por la votación y dijo en un discurso posterior que “acaban de decirle al pueblo estadounidense que no les importa, cuando vas a la frontera y ves a los niños que han sido brutalizados”.
Los demócratas han notado que los republicanos rechazaron un compromiso sobre el proyecto de ley fronterizo después de que Donald Trump se manifestara en contra, tratando de utilizarlo como un tema en la campaña.
Mayorkas fue el primer secretario de gabinete en ejercicio en ser acusado. Pero hubo cierta disidencia del Partido Republicano en la votación de la Cámara de Representantes en febrero, y tres republicanos se unieron a todos los demócratas para votar en contra del impeachment.
La medida del Senado era una conclusión inevitable, ya que se habrían necesitado 67 votos para condenar a Mayorkas y forzar su destitución. La única pregunta era cuánto duraría el juicio, ya que los líderes demócratas del Senado han criticado el impeachment como una distracción por motivos políticos en medio de otras prioridades apremiantes.
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