El tribunal administrativo de Rennes obliga al Estado a intensificar la lucha contra las algas verdes


El tribunal administrativo de Rennes ha fijado un plazo de cuatro meses para que el Estado refuerce la lucha contra algas verdes en Bretaña en una decisión sin precedentes emitida el martes. «Se ordena al prefecto de la región Bretaña completar el VI programa de acción regional «contra las algas verdes» en el plazo de cuatro meses a partir de la notificación de esta sentencia», se establece en la decisión consultada por AFP.

Es la primera vez que el Estado se impone un plazo forzoso para reforzar la lucha contra las algas verdes, un fenómeno que envenena desde hace décadas parte de la costa bretona. En este plazo de cuatro meses, el Estado deberá actuar «mediante la adopción de medidas de aplicación inmediata, controladas en su ejecución, de limitación de la fertilización nitrogenada y gestión adecuada de los terrenos agrícolas». Con esta decisión, el tribunal acaba de enviar «una señal importante» al Estado que tendrá que «acelerar», se regocija en un comunicado de prensa de la asociación Eau et Rivières de Bretagne (ERB) que se había apoderado del tribunal.

Las acciones de lucha «han mostrado sus límites»

«Aunque movilizan importantes fondos públicos», las acciones de lucha contra mareas verdes «apoyados por los poderes públicos durante más de 10 años, y basados ​​en el trabajo voluntario de las explotaciones (…), han mostrado sus límites. Son necesarios pero no suficientes», escribe la asociación que, sin embargo, se muestra preocupada por el hecho de que «la mano de obra de los servicios del Estado disponible (para estos cheques, nota del editor) ha ido disminuyendo constantemente durante años».

Esta decisión «es una razón más para que el Estado finalmente actúe a la altura de los desafíos ambientales, sanitarios y económicos que plantea la proliferación de algas verdes en Bretaña», estimó Francis Nativel, presidente de Eau et Rivières.

Presentes de forma natural en el mar, las algas verdes se convierten en un problema cuando proliferan bajo el efecto de los flujos de nitrógeno provenientes principalmente de la agricultura y vertidos al mar por los ríos que desembocan en él. Estas algas se vuelven peligrosas cuando se descomponen porque emiten sulfuro de hidrógeno (H2S), un gas potencialmente mortal en altas dosis.



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