En Burkina Faso se ha introducido un toque de queda en toda la región norte, fronteriza con Malí, y en otras dos provincias con el fin de luchar contra los yihadistas y facilitar el accionar de las fuerzas armadas, según notas oficiales consultadas el domingo 5 de marzo por AFP.
“Como parte de la lucha contra el terrorismo, se ha establecido un toque de queda de 22:00 a 05:00 horas en todo el territorio regional. […] del viernes 3 de marzo al viernes 31 de marzo »indica una nota del secretario general de la gobernación de la región Norte, Kouilga Albert Zongo. “Durante este período, el movimiento de personas, vehículos de cuatro y dos ruedas, triciclos [triporteurs] y bicicletas está terminantemente prohibido”dijo, invitando a la gente “al estricto cumplimiento de esta decisión permaneciendo en su domicilio en los horarios y fechas indicados”.
Dos provincias también han introducido un toque de queda, según notas de las autoridades locales: Koulpelogo, en la región Centro-Este, fronteriza con Ghana y Togo, durante todo el mes de marzo; y Bam, en la región Centro-Norte, del 5 al 20 de marzo. A mediados de febrero, el toque de queda vigente desde 2019 en la región Este, desde la medianoche hasta las 4 a. m., se prorrogó por tres meses, hasta el 21 de mayo inclusive.
Burkina Faso vive una intensificación de la violencia yihadista desde principios de año, con varias decenas de muertos casi cada semana. La semana pasada, el ejército anunció una «informe temporal» de 51 muertos en una emboscada contra soldados el 17 de febrero en el extremo norte del país. Fue el ataque más mortífero desde que el capitán Ibrahim Traoré llegó al poder en un golpe de estado a fines de septiembre de 2022.
La violencia atribuida a grupos vinculados a Al-Qaeda y la organización Estado Islámico (EI) ha dejado desde 2015 más de 10.000 muertos -civiles y militares- según ONG, y unos 2 millones de desplazados.