EncuestaEl hallazgo de una «casa del horror» cerca de Belgrado, donde mafiosos serbios torturaban a sus rivales, demuestra que las organizaciones criminales están dispuestas a copiar la brutalidad de los cárteles mexicanos para controlar el tráfico en los Balcanes.
La amplia sonrisa que ilumina sus rostros atestigua la satisfacción del trabajo realizado. Este 3 de agosto de 2020, en una casa rosada del pueblo de Ritopek, no lejos de Belgrado, dos treintañeros musculosos y tatuados posan frente a su último trofeo: un hombre desnudo, con los pies y los puños atados. Uno de sus verdugos, con las manos enguantadas de negro, levanta la cabeza hacia el objetivo del fotógrafo. El rostro del mártir está hinchado, sus ojos cerrados; sin duda ya está muerto. La guerra de la cocaína en los Balcanes acaba de cobrarse otra víctima.
En otra toma, tomada unos minutos después, podemos ver su pie apoyado junto a su cabeza. El cuerpo fue descuartizado en una habitación contigua, completamente tapado. Detrás, una picadora de carne profesional se dispone a recibir las piezas y molerlas. Luego se colocarán en bolsas y se arrojarán al cercano Danubio.
Las fotos tomadas en este edificio ahora llamado «la casa del horror» por la prensa local nunca deberían haber aterrizado en el escritorio de un juez serbio. Pero uno de los dos treintañeros con una sonrisa satisfecha, Veljko Belivuk, alias «Velja Nevolja» («Velja el problema»), y su equipo de asesinos cometieron el error de querer compartirlos con la aplicación Sky ECC, que creía encriptación irrompible. No sabían que la policía belga, holandesa y francesa todavía lograría desbloquear los secretos de esta herramienta de mensajería.
Los intercambios revelados de esta manera (conversaciones, mensajes de texto, imágenes, etc.) brindan acceso entre bastidores al crimen organizado y constituyen la mayor parte de las acusaciones presentadas contra Belivuk y su clan. También dan testimonio de la barbarie de estos criminales dispuestos a hacer toda la violencia para controlar el tráfico de cocaína desde los Balcanes, una región que se ha convertido, en los últimos años, en una importante zona de tránsito de mercancías de América del Sur. Según Europol, los grupos balcánicos, en conexión directa con los cárteles sudamericanos, gestionan aproximadamente el 30% de las importaciones de esta droga en el Viejo Continente.
Dos pulgares arriba y un cuchillo
Un informe sin precedentes, que incluye El mundo llegó a conocer, ayuda a comprender los métodos de algunas bandas serbias y montenegrinas. Escrito por la policía judicial francesa (PJ), fue enviado a la justicia serbia a fines del verano de 2021, como parte de la investigación sobre la «casa del horror». Su autor, un comisario de la Oficina Central de Lucha contra el Crimen Organizado, recopila varios mensajes intercambiados en Sky por el grupo Belivuk, pero también 56 fotos, incluidas las de quince víctimas.
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