En Túnez, la abstención masiva en las elecciones legislativas acentúa la crisis política


Ni la campaña de concienciación sobre el voto en las entrevueltas, ni los debates televisados ​​entre los candidatos, ni los mensajes de texto incitadores enviados a los votantes todos los días funcionaron. El domingo 29 de enero, la segunda vuelta legislativa estuvo marcada, al igual que la primera, por una abstención masiva de casi el 89% del electorado.

Esta bajísima participación confirma el desinterés de los tunecinos por las elecciones, en un contexto de recesión económica cada vez más fuerte. Las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional para un préstamo de 1.900 millones de dólares (1.750 millones de euros), que supuestamente aliviaría temporalmente las finanzas del Estado, aún están en curso, y es probable que los resultados de las elecciones se debiliten.

“El abstencionismo envía muy malas señales a nivel internacional, porque crea un efecto magnificador sobre la aguda crisis política que atraviesa el país”advierte el politólogo Hamza Meddeb. “Estamos en un callejón sin salida. [Le président] Kaïs Saïed ahora practica el populismo sin el pueblo, el país corre el riesgo de no pagar y los partidos de oposición, sin peso real, no ofrecen una alternativa”lamenta el investigador.

“Pérdida de legitimidad”

El día antes de la segunda ronda, la agencia de calificación estadounidense Moody’s rebajó la calificación de Túnez. Se refirió a la falta de perspectivas para la implementación de reformas” frente a las debilidades de la gobernanza y la exposición aguda [du pays] a los riesgos sociales».

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Sin embargo, el resultado de la votación no parece haber afectado a Kais Saied, quien acudió a la sede del gobierno el lunes por la noche para reunirse con la primera ministra Najla Bouden. “Debemos leer los resultados electorales de otra manera”declaró el Jefe de Estado, imperturbable, explicando la«abstención masiva» por los acontecimientos políticos de los últimos diez años “lo que hizo que los tunecinos perdieran la confianza en la institución parlamentaria”. Por la noche, la presidencia tunecina anunció la destitución de los ministros de agricultura y educación y su reemplazo inmediato.

Abir Moussi, líder del Partido Destourian Libre, durante una manifestación contra el presidente tunecino en Cartago (Túnez), el 14 de enero de 2023.

Para Ahmed Nejib Chebbi, líder de la coalición opositora Frente de Salvación Nacional, quien habló en rueda de prensa el domingo, el índice de abstención en las elecciones legislativas no permite “reconocer la legitimidad del nuevo Parlamento”. Esta posición la comparte el partido islamo-conservador Ennahda, que pidió la dimisión del presidente de la República en un comunicado de prensa publicado al día siguiente de la votación. Abir Moussi, líder del Partido Destourian Libre, antiislamista y que reivindica la herencia del presidente independentista Habib Bourguiba, fustigó “La pérdida de legitimidad popular de Kaïs Saïed” en un video publicado en su página de Facebook. El clamor de la oposición, que lucha por movilizarse más allá de sus filas, aún no ha tenido eco en la calle tunecina.

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