Esta impresora 3D insertable reparará el daño tisular desde el interior


Investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Sydney, han desarrollado una bioimpresora 3D flexible que puede colocar capas de material orgánico directamente sobre órganos o tejidos. A diferencia de otros enfoques de bioimpresión, este sistema solo sería mínimamente invasivo, lo que quizás ayudaría a evitar cirugías importantes o la extracción de órganos. Suena como el futuro, al menos en teoría, pero el equipo de investigación advierte que aún faltan entre cinco y siete años para las pruebas en humanos.

La impresora, denominada F3DB, tiene un brazo robótico suave que puede ensamblar biomateriales con células vivas en órganos o tejidos internos dañados. Su cuerpo flexible con forma de serpiente entraría en el cuerpo a través de la boca o el ano, con un piloto/cirujano guiándolo hacia el área lesionada mediante gestos con las manos. Además, tiene chorros que pueden rociar agua sobre el área objetivo y su boquilla de impresión puede funcionar como un bisturí eléctrico. El equipo espera que su enfoque multifuncional algún día pueda ser una herramienta todo en uno (incisión, limpieza e impresión) para operaciones mínimamente invasivas.

El brazo robótico de la F3DB utiliza tres actuadores de fuelle de tela blanda que utilizan un sistema hidráulico compuesto por «jeringas impulsadas por motores de corriente continua que bombean agua a los actuadores», como se resume en Espectro IEEE. Su brazo y cabezal de impresión flexible pueden moverse cada uno en tres grados de libertad (DOF), similar a las impresoras 3D de escritorio. Además, incluye una cámara en miniatura flexible para que el operador pueda ver la tarea en tiempo real.

El equipo de investigación realizó sus primeras pruebas de laboratorio en el dispositivo utilizando materiales no biológicos: chocolate y silicona líquida. Más tarde lo probaron en el riñón de un cerdo antes de pasar finalmente a los biomateriales impresos en una superficie de vidrio en un colon artificial. «Vimos que las células crecían todos los días y se cuadruplicaban el día siete, el último día del experimento», dijo Thanh Nho Do, codirector del equipo y profesor titular de la Escuela de Graduados de Ingeniería Biomédica de la UNSW. “Los resultados muestran que F3DB tiene un gran potencial para convertirse en una herramienta endoscópica todo en uno para procedimientos de disección submucosa endoscópica”.

El equipo cree que el dispositivo está lleno de potencial, pero serán necesarias más pruebas para llevarlo al mundo real. Los próximos pasos incluirían estudiar su uso en animales y, eventualmente, en humanos; Do cree que faltan entre cinco y siete años. Pero, según Ibrahim Ozbolat, profesor de ingeniería y mecánica en la Universidad Estatal de Pensilvania, “la comercialización solo puede ser cuestión de tiempo”.



Source link-47