El Departamento de Comercio de EE.UU. ha revelado sus directrices finales para frenar el uso de subvenciones para la fabricación de semiconductores por parte de naciones como China y Rusia, que se perciben como amenazas potenciales a la seguridad de EE.UU., informa Reuters. Esta medida allana el camino para que la administración Biden asigne 39.000 millones de dólares en incentivos a la producción de semiconductores como parte de la Ley CHIPS y Ciencia más amplia que destina 52.700 millones de dólares al sector.
Introducidas inicialmente en marzo, estas directrices sirven como medidas de protección. Disuaden a los beneficiarios de fondos estadounidenses de impulsar la producción de semiconductores en países extranjeros de alto riesgo, en particular China y Rusia. Las reglas restringen a estos beneficiarios aumentar la producción de semiconductores en estas naciones y establecer asociaciones de investigación colaborativa o licencias tecnológicas con entidades de estos países.
En términos de detalles, las directrices establecen definiciones y umbrales claros. Por ejemplo, una expansión significativa en la fabricación de semiconductores equivale a agregar salas blancas o espacios físicos similares con un aumento del 5% en la capacidad de producción. Además, las reglas prohíben la adición de nuevos espacios de sala limpia o líneas de producción que darían como resultado que una instalación aumente su capacidad de producción en más del 10%. Las directrices conllevan consecuencias estrictas en caso de incumplimiento. Si los beneficiarios incumplen estas condiciones, el departamento puede retirar los fondos otorgados.
Las regulaciones también identifican ciertos chips como vitales para la seguridad nacional, imponiéndoles restricciones más estrictas. Esto incluye chips utilizados en computación cuántica, entornos con uso intensivo de radiación y otras aplicaciones militares especializadas.
En octubre de 2022, el departamento implementó controles de exportación, limitando la adquisición de chips por parte de China, como el A100 y el H100 de Nvidia, fabricados con tecnología estadounidense. Además, el Departamento de Comercio de EE.UU. exige ahora licencias de exportación para equipos avanzados de fabricación de obleas si las herramientas se exportan a China.
Gina Raimondo, la Secretaria de Comercio, ha expresado su opinión sobre la urgencia y la importancia de estas medidas. Enfatizó ante el Congreso la importancia crítica de garantizar que estos fondos no ayuden inadvertidamente a China a obtener una ventaja tecnológica sobre Estados Unidos.