Este error que todos cometemos con el calabacín


Es temporada de calabacín otra vez. Son deliciosos para cocinar y contienen una gran cantidad de nutrientes. Se deben seguir algunas reglas para evitar que se dañen durante su almacenamiento.

Gratinados, rellenos o simplemente a la sartén, no faltan ideas para sublimar el calabacín y disfrutarlo. La temporada alta comienza en junio y termina en septiembre. Estos son, por lo tanto, los últimos que corremos el riesgo de encontrar en los estantes.

Tenga cuidado de mantenerlos bien. Con demasiada frecuencia, los calabacines se colocan en el refrigerador. Pero esta es la mejor manera de dejar que se degraden rápidamente. Cuando la verdura ha perdido todo su crujido, puede terminar en la basura.

Para evitar este error que todos cometemos, se recomienda guardarlo en un lugar seco y protegido de la luz. Aquellos que no dispongan de bodega o garaje pueden guardarlo en un recipiente al abrigo de la luz. Por lo tanto, se pueden conservar durante casi una semana. Sin embargo, si se cortan, deben comerse rápidamente y dejarse en el refrigerador.

Por último, aquellos que deseen poder comer calabacín en invierno pueden congelar algunos. Para ello, lo cortamos en rodajas y lo colocamos todo en un recipiente de plástico.

El calabacín es rico en nutrientes, especialmente potasio y minerales. Para aprovechar todos estos beneficios, hay que dejar la piel puesta. Ahí es donde está toda su riqueza. También podría preferir un producto orgánico para evitar cualquier amenaza de la presencia de pesticidas.



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