Estrategia en lugar de disputa sobre chalecos protectores: el Parlamento ahora tendrá voz en la dirección del ejército


Hasta ahora, el debate ha girado a menudo en torno a sistemas de armas individuales. Ahora la estrategia debería ser el foco. El truco consistirá en discutir las declaraciones abstractas del mensaje del ejército en términos concretos.

El Departamento de Artillería 16 dispara en Frauenfeld: el obús autopropulsado M109 llegará al final de su vida útil a más tardar en 2030.

Marius Eckert / TBM

La seguridad de Suiza parece estar determinada por cada armamento. Los políticos debaten con regularidad y pasión sobre las ventajas y desventajas de los tanques, aviones y equipos individuales. Cuanto más vívidos, mejor, como un cuarteto de aviones. Incluso una disputa sobre el número de nuevos chalecos protectores ya ha sido arrastrada de un lado a otro entre el Consejo Nacional y el Consejo de los Estados.

Eso debería cambiar: a partir de este año, el Parlamento tendrá ahora una voz mucho más fundamental. El Consejo Federal adjuntó otra resolución federal al Mensaje del Ejército 2024, que establece los parámetros clave para el desarrollo a largo plazo del ejército. Esta innovación es el resultado de una revisión de los procesos de adquisiciones que la consejera federal Viola Amherd encargó en 2019, en su primer año como jefa del Departamento de Defensa (DDPS).

Ahora se necesitan de seis a ocho años desde el inicio del proyecto hasta la evaluación, el asesoramiento político y la introducción en las tropas: demasiado tiempo para mantenerse al día en la era de la digitalización. Parte de las recomendaciones de la consultora Deloitte y un grupo de apoyo externo por tanto, tenía como objetivo acelerar los procesos dentro de la administración.

Escenarios de posibles formas de amenaza.

Sin embargo, la atención se centró en una mayor participación del consejo federal en las decisiones estratégicas sobre para qué amenazas debe prepararse el ejército y qué necesita para cumplir su misión. El Parlamento y el DDPS deberían ponerse de acuerdo sobre las capacidades específicas del ejército. Al final, una mayoría parlamentaria decide qué tan fuerte será el ejército suizo.

La base de este debate son cuatro escenarios con amenazas que también podrían afectar a Suiza:

  1. Amenaza a la seguridad interna: Suiza está especialmente amenazada por ciberataques, pandemias o, en el peor de los casos, un atentado terrorista. A ella apenas le afecta el renacimiento de la política del poder. Este escenario supone el status quo y más o menos establece el ejército actual, que está a disposición de las autoridades civiles principalmente como fuerza auxiliar.
  2. Amenaza desde la distancia: En el entorno suizo, varios actores disponen de amplias armas con las que también podrían atacar a Suiza. Se trata de misiles balísticos guiados, misiles de crucero o drones armados. Suiza, con su infraestructura crítica en medio de la parte económicamente más fuerte de Europa, sería un destino que valdría la pena.
  3. Conflicto híbrido: Suiza, como el resto de Europa, se ve afectada por intentos de división con campañas de desinformación, ciberataques o incluso ataques de grupos armados contra infraestructuras críticas. Este escenario se centra en la violencia por debajo del umbral de la guerra.
  4. Guerra convencional: En sus informes sobre política de seguridad, el Consejo Federal sigue considerando improbable un ataque militar directo contra Suiza. Pero la magnitud de los daños sería inmensa: la Oficina Federal de Protección Civil calcula varios cientos de miles de millones de francos. Por lo tanto, este escenario también se discute.

El mensaje del ejército no da más detalles sobre el primer escenario. Pero un ejército más fuerte también debería poder apoyar a las autoridades civiles. El Consejo Federal quiere preparar al ejército para una escalada del conflicto armado.

La atención se centra en el escenario híbrido, pero sin ignorar las otras dos opciones: el lema es un poco de todo. En la variante preferida, las lagunas existentes, como una protección insuficiente contra las amenazas aéreas, se solucionan rápidamente.

Se está reconstruyendo la capacidad de repeler un ataque armado. Lo que se quiere decir es una superioridad temporal y espacial del ejército en una, quizás más tarde dos, zonas de peso pesado. De modo que el ejército podría ganar una guerra limitada desde una dirección. Según este concepto, el núcleo duro de la defensa nacional sirve principalmente como elemento disuasivo.

De la variante seleccionada se deriva el llamado perfil de habilidades. La naturaleza de los ámbitos individuales –desde la “eficacia contra objetivos en tierra” hasta la logística y la movilidad aérea– se determina mediante decreto federal. La terminología es muy abstracta. La artillería, los carros de combate o la defensa antitanque se resumen en el efecto contra objetivos en tierra.

El Mensaje del Ejército 2024 también fija un marco de pagos para los próximos cuatro años que asciende a 25,8 mil millones de francos. Como antes, otra resolución federal permite, entre otras cosas, la preparación de nuevos proyectos de armamento. Como cada año, se presentará al Parlamento un programa inmobiliario y de armamento. Este año, se pedirá al Parlamento que contrate un máximo de 490 millones:

  • Sensores pasivos: El ejército quiere mejorar el panorama de la situación aérea con los llamados sensores pasivos móviles, que pueden recibir señales pero no emitir datos. Por eso es difícil que un oponente los detecte. Cuesta 40 millones.
  • Retención de valor PC-7: El avión de entrenamiento recibe una revisión general por 70 millones. Se trata de la preparación para la introducción del nuevo avión de combate. Un día, los pilotos pasarán directamente del avión de entrenamiento al F-35 gracias a simuladores de última generación.
  • Antitanque: Para sustituir al cazacarros Piraña se están adquiriendo misiles guiados superficie-tierra Spike con un alcance de cinco kilómetros y medio. Para ello está previsto un préstamo de compromiso de 210 millones.

Además, se invertirán 130 millones en los centros de datos de VBS. Otros 40 millones se destinarán a la ciberseguridad.

El debate sobre el equipamiento militar individual no se detendrá por completo, pero se desarrollará sobre una base mucho más sólida que antes. Los miembros de las comisiones de política de seguridad ahora están muy solicitados. En las próximas semanas deberán iniciar el nuevo “diálogo de capacidades” con la DDPS. Los parlamentarios tienen que pensar mucho para poder llevar a cabo el debate de una manera que sea comprensible para todos.



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