“Existe esta precaución”: en el Salón Aeronáutico de París, el hidrógeno es cada vez menos atractivo


Baptiste Morin / Crédito de la foto: AIRBUS / AFP

En el Salón Aeronáutico de París, el hidrógeno es menos popular. El encuentro de aeronáutica empieza a cuestionar la utilidad de esta energía, que ciertamente se descarboniza en su uso, pero que a veces obliga a repensar los aviones, en particular por sus grandes tanques. Ahora la industria espera con escepticismo ver volar los primeros aviones.

El orden es récord. Con motivo de la inauguración del Salón Aeronáutico de París este lunes, Airbus ha anunciado que ha realizado un pedido de 500 aviones de la familia A320. – entregable para 2030-2035 – de la empresa india de bajo costo IndiGo. La transacción podría alcanzar los 55.000 millones de dólares y convertirse en el mayor pedido de la historia de la aeronáutica. Pero un hecho plantea dudas: todos los dispositivos pedidos seguirán volando con queroseno.

Sin embargo, en la feria, el avión del futuro aparece en todas partes. Cerca de 250 expositores realizaron el viaje para mostrar sus últimas tecnologías para reducir las emisiones en el sector. Pero sorpresa, el hidrógeno queda relegado al último lugar en esta emblemática área del Salón. Durante un tiempo, este modo de propulsión se anunció como la solución. Pero hoy, el discurso ha cambiado significativamente, reconoce Baptiste Voillequin, director de investigación y desarrollo de la Agrupación de Industrias Aeronáuticas y Espaciales de Francia.

Hacia tanques «tres veces más grandes»

«Hoy existe esta cautela al decir que debemos construir nuevos aviones de hidrógeno antes de que podamos estimar que podremos llenarnos de hidrógeno y despegar», explica al micrófono de Europa 1. Porque en realidad, la transición al hidrógeno requeriría revisar el diseño del avión. Hasta ahora, el combustible se almacena principalmente en las alas de los aviones. Pero el hidrógeno necesita mucho más espacio para ser almacenado.

«Necesitaremos tanques tres veces más grandes y sobre todo tanques que serán mucho más difíciles de integrar porque no podremos poner tanques pequeños en todas partes. Entonces, inevitablemente, no podemos imaginar simplemente tomar un avión e integrar estos tanques», explica Nicolás. Jeuland, experto en combustible de Safran. Como resultado de estas dificultades, el pasado otoño, el jefe de Airbus expresó sus primeras dudas sobre la fecha límite de 2035.



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